Iraq ha anunciado que tres príncipes de la familia real saudí han sido condenados a muerte por delitos relacionados con el terrorismo.
Iraq ha anunciado que tres príncipes de la familia real saudí han sido condenados a muerte por delitos relacionados con el terrorismo.
“Hay seis saudíes condenados a muerte, tres de ellos son de la familia real”, dijo la diputada y miembro de la Coalición Nacional, Camellia Moussaoui, en una conferencia de prensa, informó el diario iraquí Sabah.
Cabe señalar que Arabia Saudí está tratando de finalizar un acuerdo con el gobierno iraquí para intercambiar a estos presos por otros iraquíes condenados a muerte en el reino. Moussaoui afirma que el gobierno iraquí ha recibido cartas secretas de los iraquíes presos pidiéndole que no acepten este acuerdo. Ellos dijeron “preferir la guillotina a la liberación de los terroristas saudíes”.
El diplomático iraquí a cargo de la embajada iraquí en Arabia Saudita, Maad al Ubeidi, informó al diario pro-saudí Al Hayat que, ambas partes han acordado suspender durante dos meses las sentencias de muerte de los respectivos nacionales condenados en ambos países. Él señaló que el número de prisioneros saudíes, según un censo anterior, era de 113, lo que indica que algunos de ellos fueron entregados a Arabia Saudí a través de la Cruz Roja. Por contra, el número de presos iraquíes en Arabia Saudí es de 138. La mayoría de éstos últimos están involucrados en contrabando de bienes y cruce ilegal de fronteras.
En los medios de comunicación saudíes, el caso de los prisioneros en Iraq ha planteado un gran revuelo. Según el periodista Assubayi Ezzat, la mayoría de ellos tienen poco más de veinte años. “Algunos les han engañado y les hicieron abandonar sus escuelas y sus universidades y les convencieron que eran el último resto de los muyahidines en la tierra .... Los que les convencieron se quedaron en sus casas con sus familias”, dijo.
En relación a los presos iraquíes en Arabia, el Gulf Institute en Washington sugiere una cifra diferente a la ofrecida por el diplomático iraquí, y que estaría situada alrededor de los 600. Sin embargo, ellos no están involucrados en delitos relacionados con el terrorismo.
La mayoría de estos iraquíes son refugiados que fueron a Arabia Saudí para escapar de la represión del dictador iraquí Saddam Hussein durante la revuelta que estalló tras la Primera Guerra del Golfo de EEUU contra Iraq. Según el diario Al Yiwar, la mayoría de los prisioneros iraquíes fueron detenidos por razones religiosas y políticas. Algunos residentes en las regiones fronterizas han sido condenados a la pena capital por tráfico ilegal de mercancías.
En el año 2008, el ministro del Interior saudí, Nayef bin Sultan, reconoció que los prisioneros iraquíes en las cárceles saudíes no eran terroristas como sucede con los prisioneros saudíes detenidos en Iraq.
Según la agencia iraquí Wassem, los autores de la mayoría de los atentados suicidas en Iraq son saudíes.