GE Oil and Gas, la división de petróleo del gigante General Electric, planea volver a Irán en un momento en el que las empresas extranjeras están conteniendo su respiración en estas últimas semanas
GE Oil and Gas, la división de petróleo del gigante General Electric, planea volver a Irán en un momento en el que las empresas extranjeras están conteniendo su respiración en estas últimas semanas que faltan antes del levantamiento de las sanciones contra ese país.
“Hemos estado en Irán antes de las sanciones y, una vez que éstas sean levantadas, volveremos allí y proporcionaremos una asistencia”, dijo el presidente y director ejecutivo de GE Oil and Gas, Lorenzo Simonelli.
Según las especulaciones de medios occidentales, las sanciones de los sectores bancario y petrolífero podrían ser levantadas hacia mediados de enero, en base al rápido ritmo con el que las dos partes están implementando el acuerdo nuclear firmado el 14 de Julio.
El presidente norteamericano, Barack Obama, ha señalado que EEUU levantará sus sanciones cuando el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) confirme que Irán ha cumplido sus compromisos en base al Plan de Acción Conjunto Global.
El último informe trimestral del OIEA señala que Irán ha comenzado a desmantelar partes de su programa nuclear, en consonancia con el acuerdo nuclear.
“Veo el potencial, en especial en el campo de las infraestructuras, una vez que las sanciones sean levantadas”, dijo Simonelli. Él es también un candidato potencial para suceder al jefe ejecutivo de General Electric, Jeff Immelt.
“Tenemos allí una base instalada para efectuar un reconocimiento sobre el terreno y algunos equipos, pero tenemos que esperar que las sanciones sean levantadas para iniciar el trabajo”, dijo a Gulf News.
Los directores ejecutivos de grandes compañías energéticas de todo el mundo viajarán este mes a Teherán para buscar grandes contratos de petróleo y gas. No está claro si las corporaciones norteamericanas acudirán a este evento.
Responsables iraníes han señalado que ellos recibirán bien a las empresas estadounidenses y que estas últimas no sufrirán limitaciones en sus inversiones y operaciones en el país.