En la lucha contra el terrorismo, Rusia va a actuar conforma al Art 51 de la Carta de la ONU.
En la lucha contra el terrorismo, Rusia va a actuar conforma al Art 51 de la Carta de la ONU. Este artículo menciona el derecho a la autodefensa de un estado. El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, subrayó en un encuentro con su homólogo libanés que Rusia implementará el artículo por todos los medios -militar, diplomático y financiero.
El artículo 51 de la Carta de la ONU señala que es un derecho individual y colectivo el llevar a cabo una legítima defensa en el caso de un ataque armado contra un estado miembro de la ONU. El Consejo de Seguridad ha manifestado que el derecho a la autodefensa puede ser usado contra una acción de un grupo armado.
Después del derribo por terroristas de su avión A321 en el Sinaí, Rusia puede usar el artículo para atacar a los perpetradores del ataque. El periódico Pravda indica que “Rusia no puede ignorar el hecho de que el conflicto en Siria e Iraq afecta a los intereses vitales de Rusia ni puede permitir a los terroristas matar ciudadanos rusos”.
Según un artículo, publicado en el diario la pasada semana y firmado por Lyuba Lulko, todas las huellas del atentado del Sinaí apuntan a Qatar, uno de los país que -junto Arabia Saudí y Turquía- apoyan el terrorismo en Siria y otros lugares. Cabe señalar que el artículo cita a los tres países como los patrocinadores del terrorismo.
El artículo pone énfasis en el hecho de que “Rusia ha llevado a cabo ya una escalada en la guerra” y lanzado misiles Kalibr contra varios blancos terroristas en Siria. Estos misiles fueron lanzados desde barcos rusos y bombarderos estratégicos Tu-160, Tu-95 y Tu-22 el martes. En realidad, este despliegue debe ser visto, según el periódico, como una advertencia contra los países que patrocinen el terrorismo. Sólo así se entiende la participación de dichos barcos y bombarderos para realizar un trabajo que los aviones tácticos desplegados en Siria podrían haber realizado.
Qatar mantiene su insistencia en derribar al régimen sirio y gasta miles de millones de dólares a este respecto en promover a grupos armados en Siria. También hace lo mismo en Libia, Egipto, Iraq y otros países. Se hice que en una ocasión el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, recordó al entonces primer ministro qatarí, Sheij Hamas bin Yassim bin Yabur al Zani, el diminuto tamaño del emirato y amenazó con borrarlo del mapa. El pasado mes, el actual emir de Qatar, Sheij Tamim bin Hamad al Zani, anuló una visita a Moscú. No hubo ningún comentario de la parte rusa a esta cancelación, pero, según la prensa rusa, ella fue acogida con una completa indiferencia.
“En Qatar y Arabia Saudí existen aquellos que organizan y patrocinan los ataques terroristas y ellos están albergados allí. Esta gente controla las actividades terroristas en Siria e Iraq. En mi opinión, estas personas deberían tener mucho miedo de Rusia, como si se tratara de una plaga. Corresponde al gobierno ruso decidir como intimidar a tales personas. No es necesario un bombardeo. Hay métodos completamente diferentes de influencia”, dijo el director del Instituto para Oriente Medio, Yeugueni Satanovski, a Pravda.
Significativamente, Rusia anunció recientemente que dio muerte en 2004 a un líder terrorista checheno, Zelimjan Yandarbiyev, que organizó la invasión de Daguestán en 1999. Él fue abatido por el servicio de inteligencia ruso en Doha, la capital de Qatar, después de que Moscú pidiera infructuosamente su extradicción a ese país durante tres años. Las autoridades qataríes han guardado silencio ante esta revelación que no deja de entrañar una clara advertencia.