El Líder Supremo de la Revolución Islámica en Irán, el gran ayatolá Sayyed Alí Jamenei, dijo que el mundo está viviendo un momento excepcional en su evolución histórica.
El Líder Supremo de la Revolución Islámica en Irán, el gran ayatolá Sayyed Alí Jamenei, dijo que el mundo está viviendo un momento excepcional en su evolución histórica.
En declaraciones en Teherán a los invitados de “la Primera Conferencia sobre el Despertar Islámico y los Jóvenes”, procedentes de 73 países, Sayyed Jamenei rindió homenaje a los jóvenes que desataron la revolución, que “dio una esperanza de libertad a la nación islámica.”
Afirmando que el triunfo de la revolución es parte de la confrontación contra la dictadura de la arrogancia y el sionismo, él advirtió, sin embargo, contra los intentos de las potencias de la arrogancia global de controlarla.
“La revolución de los pueblos musulmanes contra las dictaduras colaboracionistas es un bendito fenómeno de gran importancia y es el preludio de la insurrección contra la dictadura mundial del sionismo y la arrogancia corrupta y podrida”, dijo ante más de 1500 jóvenes de Egipto, Túnez, Libia, Líbano, Yemen, Bahrein, y Palestina, reunidos juntos por primera vez”.
Sayyed Jamenei calificó a los jóvenes de los países islámicos de “portadores de importantes noticias para el mundo islámico”.
Según Su Eminencia, el mundo está experimentando un importante punto de inflexión histórico y se halla en el umbral de un cambio significativo: “La humanidad ha pasado por todas las doctrinas materialistas como el marxismo, el liberalismo, la democracia y el nacionalismo laico. Ahora se halla en el comienzo de una nueva etapa bajo el signo de la fe en Dios, el recurso a la fuerza divina eterna en busca de asistencia y la adhesión de los pueblos a la fe divina”, dijo.
Él se refiró a la hegemonía dictatorial del sionismo y las potencias arrogantes, a las que describió como “complejas, peligrosas, corruptas y perversas”. “La rebelión de los pueblos de la región contra las dictaduras colaboracionistas es una parte integral de la lucha de los seres humanos contra la dictadura mundial de los sionistas” dijo.
Sin embargo, él señaló que las sociedades humanas, en este viraje histórico, van a librarse de esta dictadura peligrosa. “Esta transformación considerable, y basada en la promesa auténtica de Dios, llevará a la liberación de los pueblos y la supremacía de los valores espirituales y morales”, señaló.
A aquellos que creen que la victoria contra el sionismo mundial es imposible, el líder iraní dijo que “del mismo modo, algunos en el pasado tampoco podían imaginar o creer que los jóvenes de Hezbolá en Líbano pudieran derrotar al ejército de la entidad sionista ni que los jóvenes egipcios pudieran derrocar al dictador de Egipto o que los acontecimientos sorprendentes en el norte de África pudieran tener lugar. Todo esto significó una continuación de la revolución islámica de Irán, que durante mucho tiempo fue vista como un fenómeno increíble. Pero el poder de Dios se ha manifestado en las victorias y avances sorprendentes”. Él dijo que la presencia efectiva y la perseverancia de los jóvenes, sin duda, prepararían el camino a la victoria divina.
Tras señalar que la evolución de los estados islámicos está sólo en su fase de inicio, Sayyed Jamenei advirtió en contra de la creencia de que estos estados están “llegando al final del camino”. “Al continuar la lucha, apoyándonos en la voluntad de los pueblos y con plena confianza en Dios, el Omnipotente, el Altísimo, seremos capaces de hacer frente a los poderes de la arrogancia global y sus colaboradores”, subrayó.
Su Eminencia, elogió la juventud iraní que, “a pesar de los obstáculos que le han sido interpuestos por los enemigos, ha conseguido logros y éxitos que pueden ser una lección para los jóvenes en el mundo islámico.”
Sayyed Jamenei denunció los intentos de las potencias arrogantes “para convencer a los musulmanes que son impotentes y no pueden derrotar a las fuerzas globales, ni erradicar el subdesarrollo.” Y añadió: “Pero la nación islámica se ha vuelto más madura, y es plenamente consciente de que puede resucitar la gloria y la grandeza de la civilización islámica.”
Él dijo que el siglo actual es el del Islam y los valores espirituales. “El Islam ofreció a la gente la razón, la espiritualidad y la justicia al mismo tiempo. Los prescripciones de Dios abogan por un Islam de la razón, la reflexión y el pensamiento; el Islam del retorno a Dios; el Islam del yihad; el Islam de los esfuerzos asiduos.”
Su Eminencia advirtió en contra de los intentos de las potencias arrogantes de hacer frente a las pérdidas sufridas debido a las revoluciones populares en Egipto, Túnez, Libia y otros países islámicos, diciendo: “El enemigo continúa conspirando. Los pueblos musulmanes, especialmente los jóvenes de la nación islámica, son el motor del despertar islámico y no deben permitir que la red de la tiranía mundial confisque sus revoluciones y les aparte de su vía en el presente y el futuro. Los pueblos deben permanecer alerta y vigilantes, y beneficiarse al mismo tiempo de las experiencias de los demás.”
Refiriéndose a la experiencia de 32 años de la República Islámica, Sayyed Jamenei dijo: “La arrogancia ha utilizado todos los medios posibles para perjudicar a la república islámica, y hasta ahora ha sufrido derrotas en todos los niveles a manos del pueblo iraní. A partir de hoy, no hará más que sufrir fracasos, uno tras otro.”
En lo que respecta a las divisiones de la nación islámica, ellas son, según Sayyed Jamenei, “una trampa tendida por el enemigo”. Y continuó diciendo: “El movimiento de despertar islámico no conoce diferencias entre shiíes y sunníes; los seguidores de todas las religiones están presentes en el campo de la lucha y la confrontación.”
“Por supuesto que hay diferencias entre los pueblos islámicos, a causa de las disparidades geográficas históricas y sociales. No hay un ejemplo único válido para todos los estados islámicos, pero lo esencial es que todos se oponen a la supremacía de los sionistas y los estadounidenses y no pueden apoyar este tipo de tumor canceroso que es Israel.”
Él aconsejó: “Hace falta mostrar prudencia cuando hay una actividad o un plan que sirve a los intereses de Israel y los estadounidenses. Debemos considerarlo entonces extraño y contrario a los intereses de los pueblos. Allí donde haya un movimiento islámico hostil a los sionistas y a las potencias de la arrogancia, la tiranía y la corrupción, todos los pueblos musulmanes deben unirse y mostrarle su solidaridad y apoyo.”
El líder supremo de la revolución iraní también dijo la revolución en Bahrein está sometida a un verdadero boicot informativo “de los medios occidentales y los que están dominados por ellos.” Él denunció que tales medios buscan “sembrar la ilusión de que el problema de Bahrein es entre sunníes y los shiíes. Pero no hay ninguna diferencia entre los diferentes movimientos del despertar islámico en los diferentes estados.”
Sayyed Jamenei concluyó diciendo que la confianza en Dios y la preservación de la unidad son el símbolo de la victoria. Su Eminencia espera un futuro brillante para la nación islámica, diciendo que ella tiene todos los recursos humanos, materiales y no materiales para lograrlo. El añadió que “los pueblos islámicos, aunque preserven sus peculiaridades como parte de la bendición de Dios, y los jóvenes de la nación islámica verán tiempos gloriosos y honorables y transmitirán dicha gloria a las generaciones futuras”.