A pesar de las crecientes tensiones con Irán y la guerra de nervios en relación al Estrecho de Ormuz desde el comienzo del año, una acción militar contra Irán no es inevitable.
A pesar de las crecientes tensiones con Irán y la guerra de nervios en relación al Estrecho de Ormuz desde el comienzo del año, una acción militar contra Irán no es inevitable, según el Director de Inteligencia Nacional (DNI), James Clapper.
En una audiencia ante la Comisión de Inteligencia del Senado, Clapper dijo: “Creemos que el proceso de toma de decisiones en el tema nuclear iraní se rige por un enfoque de costo-beneficio, lo que da a la comunidad internacional la oportunidad de influir sobre Teherán”.
El análisis de la inteligencia de EEUU se hizo eco de la opinión expresada por el presidente Barack Obama durante su discurso sobre el Estado de la Unión. Él dijo que creía que una “solución pacífica” de la crisis con Irán “aún es posible”.
Y James Clapper continuó: “Las dificultades económicas de Irán probablemente no supongan una amenaza para el régimen, en ausencia de una fuerte caída y sostenida en los precios del petróleo o una crisis interna que interrumpiera sus exportaciones de crudo”.
Él expresó su esperanza de que “las sanciones, especialmente aquellas que acaban de ser introducidas, tengan el efecto de provocar un cambio en la política iraní”.
James Clapper, sin embargo, no ha ocultado que la situación actual es “muy difícil”, sobre todo porque la entidad sionista con la que los EEUU mantiene una estrecha relación, ve la perspectiva de un Irán nuclear como una amenaza “para su existencia”.