Es un dicho indiscutible que la infraestructura del EI en Siria e Iraq es vulnerable a los ataques aéreos.
Es un dicho indiscutible que la infraestructura del EI en Siria e Iraq es vulnerable a los ataques aéreos. Sólo durante la última semana, la fuerza aérea y la marina de guerra rusas han bombardeado 826 instalaciones del Emirato Islámico (campos de entrenamiento, depósitos de municiones, fábricas de explosivos, refinerías de petróleo y medios de transporte) causando graves daños a la organización terrorista y afectando sus fuentes de financiamiento.
Los padrinos del EI están tratando, por lo tanto, de adquirir y poner en manos de los yihadistas sistemas de defensa antiaérea capaces al menos de obstaculizar las acciones de Rusia en el cielo sirio.
En septiembre de 2015, mientras Rusia trasladaba su equipamiento a Siria con vista a su campaña antiterrorista, una delegación del ministerio de Defensa de Qatar viajó a Kiev para participar en Security Expo (del 22 al 27 de septiembre).
La delegación de Qatar concluyó un acuerdo con UkrOboronProm (un negociante de armamento del Estado ucraniano) para la compra de la versión más reciente del Air Missile Defense Complex Pechora-2D:
El 30 de septiembre, Volodimir Kuruts, consejero comercial de la embajada de Ucrania en Qatar, escribe a su contacto de negocios en Chipre, Vasyl Babytskiy, director de Blessway Ltd:
«Gracias por lo de Marruecos y los contactos saudíes. Fue justo a tiempo.
Los locales [qataríes] estuvieron en Kiev en la Expo. Están a punto de comprar varios Pechora y otro material todavía más sofisticado. La cuestión de la entrega está en marcha. No estaremos en condiciones de hacerla nosotros mismos. Es para usted una oportunidad de ganar mucho dinero.
Trate de hablar con los militares. Es elevada la probabilidad de que los yanquis estén de acuerdo. Los búlgaros y los turcos están de acuerdo, el itinerario es el mismo…»
Obsérvese que el mismo Vasyl Babitskiy ya había revendido a Arabia Saudí 265 baterías antiaéreas motorizadas fabricadas en Polonia –probablemente también para el EI–, originalmente destinadas al ministerio del Interior de Ucrania.
Estos documentos demuestran claramente que el ministerio de Defensa de Qatar organiza la compra y traslado –a través de Bulgaria y Turquía– de sistemas antiaéreos a organizaciones terroristas que operan en Siria. Ese tráfico recibió la aprobación de los representantes oficiales de Estados Unidos en Qatar.
Dado el hecho que los misiles antiaéreos Pechora 2D son capaces de derribar aviones a 21 kilómetros de altitud, podría producirse un giro inesperado en la investigación sobre la catástrofe del Airbus A321 de Metrojet en el Sinaí.
Andrei Fomin – Red Voltaire