Tras los atentados de París, Arabia Saudí se ha convertido en objeto de cada vez más acusaciones debido a su financiación del terrorismo.
Tras los atentados de París, Arabia Saudí se ha convertido en objeto de cada vez más acusaciones debido a su financiación del terrorismo.
Cada vez más se ponen de manifiesto los vínculos entre el EI y el wahabismo, una corriente extremista y desviada del Islam. El wahabismo es la doctrina oficial en Arabia Saudí y también la que sigue el EI, Al Qaida y el resto de grupos terroristas violentos que actúan en Siria, Iraq y todo el mundo.
El escritor argelino Goncourt Kamel Daoud explicó en un artículo publicado en el New York Times que “Arabia Saudí es un EI que ha triunfado”. Él se sorprende por “la negación de Occidente a aceptar lo que ocurre en este país” y ha deplorado el doble juego de “llevar a cabo la guerra contra uno y hacer la vista gorda frente al otro”.
“Queremos salvar la famosa alianza estratégica con Arabia Saudí olvidando que este reino está basado en otra alianza: la de un clero religioso oscurantista y extremista que legitima, predica, defiende y propaga el wahabismo y el extremismo del que se nutre el EI”, señaló.
Daoud rechaza las alegaciones según las cuales Arabia es un objetivo potencial del EI puesto que ellas ignoran, según él, “el peso de los vínculos entre la familia reinante y el clero religioso extremista que asegura su estabilidad”. Este mismo clero saudí, señala, “produce el islamismo radical que asegura también la legitimidad del régimen”.
Él destaca el hecho de que algunas leyes penales en vigor en Arabia Saudí pueden compararse efectivamente a los castigos que aplica la organización terrorista.
Él recuerda que los horrores que el EI comete en Siria e Iraq en este tiempo son los mismos que aplicó el ejército del fundador del Estado saudí, Abdul Aziz Ben Saúd. Este reunió a varias tribus a las que invitó a abrazar el wahabismo y a rendir vasallaje a la dinastía de los Al Saúd. Los que se negaron sufrieron ejecuciones del mismo tipo que aplica hoy el EI.
Frente a estas informaciones, el régimen saudí intenta frenar la campaña de denuncia de su vinculación con el terrorismo mediante arrestos y demandas judiciales. Según el periódico pro-gubernamental Al Riad, el Ministerio de Justicia saudí tiene intención de procesar a un usuario saudí de Twitter que denunció como “castigo similar a los que aplica el EI” la reciente pena de muerte decretada en el reino contra un artista palestino al que se acusa de “apóstata”.
Arabia Saudí utiliza la decapitación y la crucifixión como parte de las penas que se aplican en las ejecuciones. El Ministerio saudí alega, sin embargo, que “el EI no tiene legitimidad de decidir la ejecución de personas”.
Conclusión que se desprende: El EI no es el EI, sólo Arabia Saudí es el EI.