El presidente sirio, al Assad, ha afirmado que la paz llegará a su país cuando Occidente y Arabia Saudí dejen de “apoyar a los terroristas” y se ha felicitado por la intervención armada de Rusia...
El presidente sirio, Bashar al Assad, ha afirmado que la paz llegará a su país cuando Occidente y Arabia Saudí dejen de “apoyar a los terroristas” y se ha felicitado por la intervención armada de Rusia en una entrevista difundida el martes por la televisión checa.
Para alcanzar la paz, señaló, hace falta que algunos países, como “Francia, EEUU, Reino Unido, Arabia Saudí y otros dejen de apoyar a los terroristas. Al día siguiente, la situación habría mejorado y algunos meses habríamos alcanzado la paz completa en Siria”.
En su entrevista, concedida a la televisión pública checa el 29 de noviembre, Assad manifestó su escepticismo hacia la posibilidad de poner en pie una gran coalición contra el terrorismo.
“¿Por qué no han aprendido nada de Charlie Hebdo? Ustedes no pueden combatir el terrorismo mientras que apoyen directamente a los terroristas con armas y mantengan una alianza con el mayor sostén del terrorismo en el mundo, que es la monarquía saudí”, aseguró.
Francia “no hace nada serio, mientras que los rusos sí son serios en el combate contra el terrorismo y hay una fuerte cooperación entre ellos y el Ejército sirio”, afirmó.
Al ser preguntado sobre la destrucción de un avión ruso por la aviación turca, Assad dijo que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan “ha perdido los nervios porque la intervención rusa ha cambiado la correlación de fuerzas sobre el terreno”.
“El fracaso de Erdogan en Siria, el fracaso de sus grupos terroristas, marcan su fin político”, añadió.
El presidente estimó también que las instituciones wahabíes han financiado actividades en todo el mundo para “falsificar la interpretación del Islam”.
“De hecho, esta región (Oriente Medio) exportó un cierto extremismo hacia Europa, pero en esta crisis es Europa la que exporta el extremismo hacia nosotros”.
En cuanto a la imagen de Damasco, en Occidente, él dijo que había mejorado tímidamente tras los últimos acontecimientos.
“En 2005, ellos decían que yo era un criminal. En 2008 y después era un hacedor de la paz y luego en 2011 volví a ser un sanguinario. Ahora hay otro cambio positivo, aunque tímido”, señaló.
El presidente sirio, que fue reelegido en 2014, afirmó que no piensa dimitir “en medio de la guerra”. Pero un día, “cuando haya unas elecciones, los sirios decidirán si me quieren o no. Si me quieren, estaré orgulloso de representarles. Si no me quieren, estaré contento de irme. Yo tengo ningún problema”, concluyó.