Fuerzas especiales de Siria y Rusia han llevado a cabo ejercicios militares conjuntos en el campo de Latakia.
Fuerzas especiales de Siria y Rusia han llevado a cabo ejercicios militares conjuntos en el campo de Latakia, en particular en áreas que poseen una similitud geográfica con las regiones montañosas de la provincia de Idleb.
La agencia de noticias Sputnik reprodujo a una fuente militar rusa que afirmó que “el propósito de los ejercicios fue el de reproducir el lanzamiento de fuerzas especiales rusas y sirias en operaciones en áreas montañosas de Idleb” (una provincia controlada por el Frente al Nusra y otros grupos terroristas casi en su totalidad).
Tras ser lanzados desde aviones, los soldados rusos y sirios regresaron a la base caminando decenas de kilómetros por áreas montañosas boscosas sin utilizar carreteras. Los soldados usaron dispositivos sofisticados que les guiaron durante el camino hacia la base aérea de Humaimam.
Un experto militar sirio dijo a Sputnik que estos ejercicios iban dirigidos a operaciones similares al rescate del piloto del Su-24, que fue localizado poco después de su derribo por un comando sirio y de Hezbolá en la provincia de Latakia.
Las operaciones conjuntas de las fuerzas especiales rusas y sirias podrían ir dirigidas también a otras zonas del norte de Latakia y en Alepo en forma de ataques contra el liderazgo de los grupos terroristas u otros objetivos relevantes.
Según algunas fuentes, Rusia podría enviar hasta 8.000 militares a Siria, incluyendo tropas de élite, asesores y técnicos.
Recientemente, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que los ataques aéreos rusos, aunque muy efectivos, no eran suficientes y que era necesaria una poderosa fuerza terrestre para derrotar a los terroristas. Esto fue interpretado como una intención de armar al Ejército sirio con armas más sofisticadas y poderosas, pero también dejó la puerta abierta a la posibilidad de una presencia militar rusa terrestre.