Arabia Saudí ha querido de nuevo buscar una influencia sobre Siria reuniendo a una colección de opositores al poder sirio en una conferencia en Riad.
Arabia Saudí ha querido de nuevo buscar una influencia sobre Siria reuniendo a una colección de opositores al poder sirio en una conferencia en Riad.
El encuentro estuvo caracterizado por la presencia de notorios terroristas vinculados al EI y Al Qaida y por las disputas entre los asistentes.
El presidente de la conferencia dijo el viernes que los grupos habían accedido a reunirse con el gobierno sirio el próximo mes para llevar a cabo unas conversaciones dirigidas a poner fin a cinco años de conflicto. Ellos afirmaron, sin embargo, que el presidente de Siria, Bashar al Assad, debería abandonar el poder al final de un “período de transición”.
El anuncio se produjo después de que uno de los principales grupos terroristas, Ahrar al Sham, que lucha codo con codo contra Al Qaida, se retirara del encuentro como protesta al papel otorgado al Organismo de Coordinación Nacional por el Cambio Democrático, un grupo con sede en Damasco.
Arabia Saudí anunció que más de 100 opositores se habían reunido en Riad el viernes, en un encuentro presidido por el saudí Abdul Aziz al Saguir.
“Habrá un encuentro decidido por (el enviado de las Naciones Unidas Staffan) de Mistura en enero”, dijo Saguir. Esto tendrá lugar en los primeros 10 días de enero”.
Arabia Saudí es uno de los principales patrocinadores de los grupos terroristas que luchan para derribar al gobierno del presidente Bashar al Assad.
Críticas
Por su parte, Irán dijo que varios grupos vinculados al EI habían participado en las negociaciones de Riad y que Teherán no había dado su aprobación al encuentro. “Éste no está en línea con lo acordado en Viena”, señaló.
“Algunos grupos terroristas vinculados al EI están implicados en las negociaciones. Estos grupos terroristas no podrán decidir el futuro de Siria”, dijo el viceministro de Exteriores iraní, Hossein Amir-Abdollahian.
Otro opositor sirio, Hayzam Manna, denunció, por su parte, que la mayoría de los participantes en el encuentro de Riad representaron agendas extranjeras y no al pueblo sirio.
“En base a la asistencia que tuvo lugar y a los nombres que asistieron a la conferencia, se ha dado prioridad a aquellos que no aprobaron las decisiones de Ginebra y esto no es el interés del pueblo sirio ni de la resolución de la crisis siria. Desgraciadamente, la mayoría de los asistentes representaron a agendas extranjeras y no al pueblo sirio”. Otros grupos participantes, señaló, no tienen ninguna presencia real en Siria. Él denunció asimismo la presencia de facciones vinculadas al terrorismo en la conferencia.
Manna, que se encuentra en Ginebra, rechazó tomar parte en el encuentro de Riad y devolvió un billete de avión al Consulado saudí. Él dijo que 380 delegados de su grupo votaron de forma unánime en favor de no acudir a la Conferencia de Riad.
Continuación del apoyo saudí al terrorismo
Esta conferencia ha supuesto, pues, la continuación del apoyo saudí a los grupos terroristas y un intento de imponer a estos últimos y a otros agentes a sueldo del régimen saudí como la oposición que negocie con el gobierno sirio. También es un recordatorio de que Arabia Saudí y EEUU continúan apoyando la opción del caos en Siria y otros países de Oriente Medio.
La composición de la conferencia y la actitud provocadora de Riad, que dijo por medio de su ministro de Exteriores, Adel al Yubeir, que “Assad debe irse por medio de la lucha o un auerdo" dejan claro que Riad se prepara para una escalada de la lucha en Siria y no para un acuerdo.
Sin embargo, el debilitamiento de estos grupos y su ideología debido a los continuos avances del Ejército sirio sobre el terreno, apoyado por Rusia e Irán, y la difícil situación que experimenta el régimen saudí son factores que contribuyen al debilitamiento ulterior de los complots de este último contra Siria.