Iraq ha rechazado la petición del secretario de Defensa de EEUU, Ashton Carter, para desplegar helicópteros y tropas en Ramadi.
El secretario de Defensa de EEUU, Ashton Carter, ha fracasado a la hora de lograr convencer al primer ministro iraquí, Haider Abadi, de que autorice el despliegue de helicópteros de ataque Apache de EEUU en la ciudad de Ramadi junto con potenciales “consejeros” estadounidenses.
Las fuerzas iraquíes iniciaron el asalto sobre Ramadi a principios de este mes y Carter hizo su oferta públicamente el pasada semana. Él dijo a Abadi que creía que Iraq necesitaba la presencia de tropas y helicópteros norteamericanos para “acabar el trabajo” en la capital de la provincia de Anbar. Otros informes de oficiales estadounidenses dejan ver que ellos creían que Iraq aceptaría la oferta.
Abadi, sin embargo, había descartado ya varios días antes que fuera autorizar tal despliegue de las tropas norteamericanas y reiteró sus afirmaciones de que Iraq no necesita tropas extranjeras para derrotar al EI. Él señaló que el Ejército iraquí ha estado realizando progresos en los últimos meses y está ahora en posición de eliminar la presencia del grupo terrorista en el país.
Algunos jefes de las poderosas milicias shiíes y miembros de la clase política iraquí advirtieron a Abadi en contra de dar una autorización a los estadounidenses y medios iraquíes han barajado la posibilidad de un reemplazamiento del actual primer ministro, que ha perdido mucho poder e influencia.
Las milicias iraquíes han advertido al gobierno de Abadi que se oponga al despliegue de tropas estadounidenses y señalado que si éstas se despliegan en Iraq, dejarán de luchar contra el EI para concentrarse en atacarlas.
El teniente general estadounidense Sean MacFarland, jefe militar de la coalición contra el EI, afirmó que Iraq es un “terreno complejo” y que sería difícil para EEUU el obtener “apoyos” debido a las objeciones explícitas de las autoridades y otras fuerzas iraquíes a la participación norteamericana.
La Administración Obama ha estado hablando durante días de “acelerar” la lucha contra el EI, pero esto podría verse complicado por la negativa de Iraq a aceptar la presencia militar estadounidense en el país. En los últimos meses, los medios norteamericanos han estado llevando a cabo una campaña que pretende que Iraq no está en condiciones de lograr una victoria por sí solo y necesitaría así la ayuda de Washington.