Arabia Saudí se enfrenta a una crisis oculta de la energía y su vasto consumo de combustible doméstico pone en peligro su lugar en el mercado mundial del petróleo.
Arabia Saudí se enfrenta a una “crisis oculta de la energía” y su vasto consumo de combustible doméstico pone en peligro su lugar en el mercado mundial del petróleo, señala el informe de una prestigiosa entidad británica.
De acuerdo con un informe de diciembre 2011, publicado estos días por la British Chatham House, una ONGs con sede en Londres, el “desenfrenado” consumo de combustible en Arabia Saudita demuestra que los niveles actuales de demanda de energía en el país están “desperdiciando recursos valiosos.”
Los niveles de consumo de energía en Arabia Saudita son también causa de una excesiva contaminación y convierten el país en “vulnerable a las crisis económicas y sociales”, añade el informe.
Arabia Saudí es un Estado miembro del Grupo de los Veinte Ministros de Finanzas y Gobernadores de Bancos Centrales (G20) y los miembros del G-20 acordaron en septiembre de 2009 eliminar los “ineficientes subsidios a los combustibles fósiles” a medio plazo. Sin embargo, Riad no tiene en general “una política en materia de consumo de energía y afirma que no tiene subsidios ineficientes para los combustibles fósiles”, según el informe de Chatham House.
La organización británica también dijo en su informe que el consumo de energía doméstica en Arabia Saudí podría “limitar sus exportaciones de petróleo dentro de una década.”
El informe de Chatham House añadió que la limitación de las exportaciones de petróleo de Arabia Saudita tendría “un efecto severo en el gasto público del país, ya que más del 80% del mismo depende de los ingresos del petróleo.”