Más de 400 pensadores y líderes islámicos venidos de 70 países se reunieron en Teherán para debatir las amenazas que acechan al mundo islámico.

El domingo dio comienzo el 29º congreso de la unidad islámica en Teherán.

Bajo el eslogan “Los desafíos que amenazan al mundo islámico” y con ocasión de la conmemoración del nacimiento del Profeta Muhammad, más de 400 pensadores y líderes islámicos venidos de 70 países se reunieron en Teherán para debatir las amenazas que acechan al mundo islámico debido a la campaña hegemónica, terrorista y takfiri contra la región.

En su discurso inaugural el presidente iraní Hassan Rohani declaró que “la nación islámica tiene una fuerte necesidad de mostrar el verdadero rostro luminoso del Mensajero de Dios. En nuestros días, los musulmanes son muertos en las manos del EI y las noticias sobre la entidad sionista son ocultadas”.

“La violencia física es precedida de la violencia intelectual e ideológica. Los musulmanes están de acuerdo en que ciertas escuelas adoptan una lectura diferente y desviada del Islam y la Sunna, la de la violencia, que genera también desequilibrios e injusticias”.

“Debemos eliminar la imagen negativa del Islam en el ciberespacio y en el espacio real hoy. La gran mayoría de la violencia, el terror y las masacres tienen lugar desgraciadamente en África Subsahariana, el Norte de África, Oriente Medio y Asia Occidental”.

“Debemos levantarnos contra la ideología y el discurso de la violencia propagada por los grupos yihadistas armados, como el EI, y unirnos”, señaló. Él invitó a todos los estados islámicos de la región y más allá a actuar en ese sentido, “incluyendo aquellos que hasta el momento actual bombardean a sus vecinos”.

Él se preguntó “cuantas bombas y misiles han sido adquiridos por los países islámicos a EEUU en este último año”. Él estimó que, en lugar de ello, ese dinero debería haber sido “distribuido entre los musulmanes necesitados” y así no habría “personas que se acostarían con hambre”.

Si grupos como el EI “pueden reclutar soldados, esto es a causa de la pobreza material y cultural” que hay que erradicar “de la sociedad islámica”.

“Durante años y años, hemos hablado de unidad”, pero ella, según él, es imposible “sin una conexión económica del mundo islámico”. “Debemos saber que el terror y el terrorismo no serán destruidos por las bombas”, estimó el presidente, que añadió que “los conflictos en la región benefician a Israel y a las fuerzas antimusulmanas”.

En lo que respecta a Siria, Rohani indicó que el debilitamiento de ese país, que forma parte del eje de la resistencia y que hace frente a los sionistas, no sirve al Islam.

En relación al programa nuclear iraní, él dijo que “tras 12 años de acusaciones e intimidaciones, Irán ha mostrado al mundo entero que no mentía y que no buscaba dotarse de armas nucleares.

Sheij Qassem: dos grandes desafíos amenazan la región

Entre los participantes que tomaron la palabra estuvo el secretario general adjunto de Hezbolá, Sheij Naim Qassem.

Según él, los takfiris forman parte inherente del proyecto israelí y el mejor medio para combatirlos es el de presentar el verdadero Islam al mundo.

“El mundo islámico hace frente a dos grandes desafíos: la dominación hegemónica y la deformación del Islam. La dominación hegemónica se presenta bajo la forma de la ocupación israelí y de regímenes vasallos o despóticos, mientras que la deformación se realiza por medio de los takfiris, que presentan una imagen negativa del Islam”, señaló.

Él agradeció a la República Islámica por su papel en defensa de la unidad islámica en todo el mundo. “Tal es el Islam de la misericordia y del progreso, que rechaza la sumisión y esgrime el eslogan de la unidad”, indicó.

Abordando la situación de los conflictos que se vive en el mundo árabe, Sheij Qassem recordó que la opción de la resistencia es la mejor vía para hacer frente a los sionistas y a los takfiris, que forman parte del proyecto israelí para la región.