Rusia se opone a incluir a Hezbolá y a Hamas en una lista de grupos terroristas que debe ser establecida en preparación de un próximo encuentro en enero entre el poder y la oposición siria.
Rusia se opone a incluir a Hezbolá y a Hamas en una lista de grupos terroristas que debe ser establecida en preparación de un próximo encuentro en enero entre el poder y la oposición siria.
“Rusia está en principio de acuerdo con EEUU en una lista sobre grupos terroristas, pero no aceptará hablar con Washington para inscribir los nombres de Hezbolá y Hamas en ella”; dijo Guennadi Gatilov, viceministro ruso de Relaciones Exteriores, citado por el sitio Russia Today.
Este diplomático ruso dijo que la lista de grupos terroristas activos en Iraq y Siria, deberá ser completada de aquí al 25 de enero de 2016, fecha fijada por el emisario de la ONU en Siria, Staffan De Mistura, para relanzar las negociaciones de paz entre los sirios.
Según fuentes diplomáticas rusas, la lista que debe establecer qué organizaciones armadas son terroristas y quedarán excluidas de cualquier proceso negociador comprende a 163 grupos.
Ésta no es la primera vez que Rusia mantiene esta postura.
El pasado 16 de noviembre, el ministro adjunto de Exteriores ruso, Mijail Bogdanov, afirmó que “Hezbolá es una fuerza socio-política legítima” en Oriente Medio.
“Algunos afirman que Hezbolá es una organización terrorista”, dijo Bogdanov a la agencia rusa Interfax. “Nosotros mantenemos contactos y relaciones con ellos (Hezbolá) porque no los consideramos como una organización terrorista”, explicó. “Los miembros del ala política del partido han sido legalmente elegidos al Parlamento libanés y como ministros”.
Bogdanov también señaló que Rusia no considera a Hamas ni al partido Unión Democrática Kurda como grupos terroristas.
Según diversas fuentes, una lista que había circulado durante la Conferencia de Viena sobre Siria y que incluía a Hezbolá y al Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán como organizaciones “terroristas” desapareció rápidamente después de que el ministro de Exteriores iraní, Mohammad Yavad Sharif, montara en cólera por ella.
