La conclusión del acuerdo nuclear de Irán no ha puesto fin a la política de hostigamiento y sanciones de EEUU contra la República Islámica.
Era algo esperado: la conclusión del acuerdo nuclear de Irán no ha puesto fin a la política de hostigamiento y sanciones de EEUU contra la República Islámica.
Antes de la firma del acuerdo, era el dossier nuclear iraní, acusado falsamente de buscar objetivos militares, el tema objeto de una campaña de propaganda estadounidense. Esta campaña servía para aprobar sanciones contra este país e internacionalizarlas.
En la actualidad, la Administración norteamericana ha lanzado nuevas acusaciones con los mismos objetivos. Ellas se refieren a las pruebas de misiles balísticos que los iraníes efectuaron el 10 de octubre y el 21 de noviembre. Los norteamericanos afirman que estos misiles tienen una “naturaleza ofensiva”, algo que Irán ha negado, y que podrían servir para transportar ojivas nucleares, una acusación absurda después de la firma del acuerdo nuclear. Irán ha señalado que están en su pleno derecho de probar tales armas y que no acepta restricciones en su programa de misiles.
Esta negativa iraní iraní no ha hecho nada para disuadir a los norteamericanos, que han hablado de la imposición de nuevas sanciones contra Irán, señaló el Wall Street Journal.
En cuanto a la otra acusación lanzada en estos últimos días, ella se refiere a supuestos pruebas de misiles efectuados el pasado 26 de diciembre por la Fuerza Naval del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) o pasdaranes en las proximidades de navíos norteamericanos y franceses en el Estrecho de Ormuz.
Como es habitual en este tipo de campañas, dicha alegación fue lanzada por un medio, en este caso la cadena de televisión estadounidense NBC, y luego confirmada por un responsable militar norteamericano bajo la cobertura del anonimato.
Esta información señalaba que un misil cayó a menos de 1,5 kms del portaaviones norteamericano USS Harry S. Truman a su paso por el estrecho.
Sin embargo, el CGRI ha señalado que tales afirmaciones no son más que mentiras. “La fuerza naval del CGRI no llevó a cabo ningún ejercicio durante la semana en cuestión mientras que los norteamericanos afirman que un misil fue lanzado en la zona del Estrecho de Ormuz”, afirmó el general Ramezan Sharif, en el sitio oficial del Cuerpo.
“La publicación de tales mentiras en la situación actual equivale más bien a una operación psicológica”, señaló el portavoz del CGRI.
“La seguridad y la paz en el Golfo revisten una importancia estratégica para Irán. Los Guardianes llevan a cabo en tiempo programado y según su propio calendario ejercicios para mejorar su estado de preparación”, añadió.
Como sucedió anteriormente con el programa nuclear, los desmentidos iraníes no han servido para disuadir a los norteamericanos de continuar difundiendo sus afirmaciones propagandísticas. Nada ha cambiado en la política estadounidense agresiva contra Irán.
Así pues, después del cierre del tema nuclear, otros dos dossiers han sido abiertos por Washington: el tema de los misiles balísticos y el de los pasdaranes.