El apoyar a Bashar al Assad es la única forma realista de devolver a Oriente Medio la relativa estabilidad que existía antes de la “primavera árabe”: la publicación estadounidense National Review.

El apoyar a Bashar al Assad es la única forma realista de devolver a Oriente Medio la relativa estabilidad que existía antes de la “primavera árabe”, señaló la publicación estadounidense National Review. La publicación señala que el presidente ruso, Vladimir Putin, ha escogido la estrategia correcta, que es la de alinearse con Damasco.

“En un momento en el que la guerra civil en Siria y la crisis migratoria sufren una metástasis, necesitamos un nuevo enfoque que está ganando fuerza en medio de la tragedia humana”, escribió el columnista de National Review, Jay Hallen, miembro del Consejo de Relaciones Exteriores de EEUU. Según él, hasta ahora la administración del presidente Barack Obama ha optado por quedarse un poco al margen debido a la fatiga de la guerra y la inexistencia de “buenas opciones” a las que apoyar.

“Después de que el Pentágono hiciera su embarazoso reconocimiento de que sólo “4 o 5” combatientes de la oposición quedaban en Siria, tras gastar 500 millones de dólares en entrenar a estos grupos, queda claro que la existencia de una fuerza de oposición armada que pueda actuar contra el EI y contra Assad es sólo una fantasía”, señala el autor. Él añade que los rebeldes que Washington entrenó y armó declaran su lealtad a EEUU, pero luego se unen a grupos terroristas y adoptan posturas sectarias y extremistas.

“Sin embargo, la gravedad de la crisis siria es tal que no podemos permitirnos una solución que sea atractiva para nosotros desde el punto de vista ideológico. La política del realismo es la única opción. Debemos apoyar al presidente Bashar al Assad. Ésta es la mejor opción, o al menos la menos mala”, indica Hallen.

El apoyar al líder sirio es “la única forma realista” de devolver a la región un poco de la estabilidad que existió antes de la llamada “primavera árabe” y derrotar a los grupos terroristas, señala el autor. Éste indica que “no hay nadie más interesado en el mundo en derrotar al EI que Assad, que quiere reconstruir Siria en sus fronteras reconocidas internacionalmente así como vengarse de las atrocidades de los terroristas contra sus soldados”.

El apoyo a Assad obligaría a reconocer tres incómodas verdades, señala:

“Primera: Oriente Medio era una región más segura y estable cuando Saddam Hussein y Muammar el Gadafi estaban en el poder. Ellos eran dictadores laicos que mantenían a raya al yihadismo y la violencia sectaria”, señala el autor.

“Segunda: La política exterior realista debe desplazar a la idealista, al menos en Oriente Medio”. EEUU ha fracasado en imponer sus puntos de vista políticos en la región, incluyendo en Iraq, añade.

“Y tercera: Vladimir Putin, sean cuales fueren sus faltas, sigue la estrategia correcta”.

“Por razones obvias resulta difícil para la Administración Obama apoyar abiertamente a Rusia e Irán, pero al menos podemos ofrecer un apoyo tácito”, indica el columnista de National Review. “Esto significa que debemos cesar de criticar constantemente las actividades de Rusia en Siria y dejar de crearle obstáculos”.