23-11-2024 03:45 AM Tiempo de Jerusalén

Israel y el lobby sionista buscan implantar la censura en Francia

Israel y el lobby sionista buscan implantar la censura en Francia

Fue a finales de 2015, que la casa Artcurial recibió un correo de la embajada israelí en Parío, que señalaba que una obra de las que iban a ser subastadas era “ofensiva” para Israel.

Una subasta en la Galería de Artcucial, en París, en beneficio de la Asociación Reporteros Sin Fronteras, tenía como fin la de defender la libertad de expresión en el mundo. Irónicamente, sin embargo, esta subaste se ha convertido en un ejemplo de censura a manos de Israel y el lobby sionista en Francia.

Fue a finales de 2015, que la casa Artcurial recibió un correo de la embajada israelí en Parío, que señalaba que una obra de las que iban a ser subastadas era “ofensiva” para Israel. Se trataba de un cuadro de Ernest Pignon-Ernest que fue publicado en la portada del diario Libération y que incluía el retrato de un líder político y militar palestino, Maruan Barguti, que estaba acompañada de las siguientes palabras: “En marzo de 1980, cuando dibujé a Mandela, algunos sectores afirmaron que se trataba de “un terrorista”.

“Este cuadro pone en la subasta un proyecto terrorista haciendo creer que se trata de un hombre de paz (Barguti), al que se compara con una gran figura reconocida internacionalmente: Nelson Mandela”, señaló la embajada israelí en su correo, que el diario Le Monde pudo consultar.

Barguti, de 56 años, es un líder nacionalista palestino emblemático de la lucha a favor de la libertad de este pueblo y de la retirada completa israelí de los territorios ocupados en 1967. Él es un antiguo jefe de Tanzim, el brazo armado de Fatah, el partido liderado por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas. Él permanece encarcelado desde 2002 en una prisión de máxima seguridad de Israel condenado a cinco cadenas perpetuas por haber sido el cerebro de la Segunda Intifada (2000-2005).

El email de la embajada israelí continuaba afirmando que la presencia del cuadro podría “sembrar la confusión y crear prejuicios en contra de la reputación de Israel”.

El presidente delegado de Artcurial, François Tajan, accedió a retirar el cuadro de la lista de obras a subastar, según Le Monde, aludiendo a los “atentados recientes en París, a la prórroga del estado de emergencia y a potenciales problemas de orden público”, como si todos estos hechos tuvieran algo que ver con la figura de Barguti. Por su parte, el autor de la obra Ernest Pignon-Ernest condenó la decisión.

“He visto la violencia contra el pueblo palestino con mis ojos”, señaló. “Lo que se ha escrito sobre mi retrato de Barguti es verdad: cuando hice el retrato de Mandela, en pleno apartheid, él estaba también en prisión, donde cumplía cadena perpetúa (como ahora Barguti) por dirigir la rama militar del Congreso Nacional Africano. Se me dijo entonces que era un terrorista. No está excluido que Maruan Barguti sea un día el presidente de Palestina”, afirma el artista. “Creo que no se habla lo suficiente de la miseria y desesperación del pueblo palestino. He ido a Ramalá y la vida allí me ha hecho recordar al régimen del apartheid. He visto la violencia ejercida contra el pueblo palestino. Los centenares de resoluciones de la ONU que condenan la actitud de Israel no han sido aplicadas”.

Libertad de los creadores

Por su parte, el diario Libération, que ha publicado la obra del artista en su primera página, mostró su desacuerdo con la decisión de Artcurial. “Deseamos vivamente que la obra de Ernest Pignon-Ernest se mantuviera en el catálogo de venta, dado que esta venta tiene por objetivo el apoyar la libertad de expresión en el mundo.” Él periódico también advirtió del daño que puede causar a la galería y a los medios “el dejar creer a la opinión pública que actuamos bajo la influencia de una embajada extranjera”.

El periódico señaló que había notificado su posición a Artcurial, una postura “fundada en el respeto a la libertad de los creadores, incluso cuando producen obras de contenido polémico”.

Un primer artista, Christian Guémy, afirmó posteriormente que iba a retirar una obra suya de la subasta como medida de protesta.

Reporteros Sin Fronteras y Libération acabaron también poniendo fin a su asociación con Artcurial. “Hemos decidido pues, efectuar la subasta en otra parte a fin de continuar fieles a nuestros principios”, dijo Christophe Deloire, secretario general de RSF, a Le Monde.

Otra exposición en La Maison de los Métallos, en París, ha sufrido otras presiones similares por parte de la embajada de Israel. Esta exposición, que llevaba el título de “Palestinos entre dos guerras” y estaba organizada en colaboración con Médicos Sin Fronteras, buscaba exponer las condiciones de vida de los palestinos. El centro de arte decidió anular su celebración.

La presión sionista se ha dejado sentir también en los ámbitos político y judicial y ha llevado a Francia a convertirse en el único país democrático del mundo en prohibir los llamamientos al boicot contra la política de un estado.

El pasado 20 de octubre, el Tribunal de Casación de París confirmó la condena a 14 activistas del grupo Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) por acciones llevadas a cabo en un supermercado en 2009 y 2010, donde pidieron a los consumidores que boicotearan los productos procedentes de Israel en razón de la política de opresión y ocupación llevada a cabo por el estado sionista. Cada uno recibió multas de 1.000 euros y una pena colectiva de 28.000 euros como daños y perjuicios.

El grupo denunció motivos puramente políticos en esta sentencia y rechazó el argumento de “provocación para la discriminación”, un argumento estúpido refiriéndose a un régimen criminal como es la entidad sionista, que ejerce una violencia sin parangón contra todo un pueblo.

Lanzado en 2005, el BDS es un movimiento ciudadano internacional que existe en numerosos países y que ha logrado numerosos éxitos en los últimos años, atrayendo a su causa a numerosas entidades civiles, sociales, académicas, culturales y religiosas de todo el mundo.

Sin embargo, en Francia, debido a las actividades del lobby sionista, este movimiento ha sufrido una persecución, en la que han tomado parte los gobiernos sionistas de François Hollande y, anteriormente, de Nicolas Sarkozy. En una circular dirigida a los fiscales en 2010, el gobierno hablaba de dar una “firme respuesta” a “los llamamientos al boicot de los productos israelíes”, cuya etiqueta de barras comienza por 079.

El abogado de BDS en Francia, Antoine Comte, deploró la “gran regresión” en la actitud de las autoridades y dijo que llevaría el caso ante el Tribunal de los Derechos Humanos en Estrasburgo.