En lo que respecta a Irán, Canadá ha mostrado su deseo de reanudar rápidamente sus relaciones con ese país y levantar las sanciones contra el mismo...
Durante años, Canadá adoptó la política más sionista de todos los países occidentales debido a la dirección política del primer ministro conservador Stephen Harper, cuyo extremismo pro-israelí parecía no tener límites hasta el punto de quejarse en más de una ocasión de la creciente “falta de apoyo a Israel” por parte de los líderes internacionales. Él repitió también en varias ocasiones la falsa “mantra” de que el brutal régimen sionista era “la única democracia real” en Oriente Medio.
Esta orientación política llevó a Canadá a romper sus vínculos con Irán y a expulsar a los diplomáticos iraníes del país en septiembre de 2012. El entonces ministro de Exteriores canadiense, John Baird, calificó a Irán de “amenaza a la seguridad global” por su “hostilidad hacia Israel”.
De este modo, Israel y algunos grupos del lobby sionista como la ADL (Liga Contra la Discriminación) alabaron a Canadá entonces como modelo y pidieron al mundo que “siguiera el ejemplo canadiense”.
Sin embargo, en las elecciones de octubre de 2015, el pueblo canadiense se deshizo de Harper y su gobierno. El Partido Conservador de Harper cayó de 159 a 99 escaños perdiendo 60, una debacle electoral.
Por contra, el opositor Partido Liberal pasó de 36 a 184 escaños. Dicho partido inició un cambio de política en el interior y el exterior. Una primera medida fue la de retirar los aviones canadienses de la coalición liderada por EEUU en Iraq.
En lo que respecta a Irán, Canadá ha mostrado su deseo de reanudar rápidamente sus relaciones con ese país y levantar las sanciones contra el mismo con el fin de no perder las oportunidades de negocio que se abren tras la implementación del acuerdo nuclear con las seis grandes potencias.
Dirigiéndose al Parlamento canadiense el martes, el ministro de Exteriores canadiense, Stephan Dion, dijo que Ottawa actuaría “de una forma rápida” para normalizar los vínculos y remover las sanciones económicas contra Irán, pero no ofreció plazos.
Dion dijo que Canadá reabrirá su embajada en Teherán y criticó la decisión del gobierno de Harper de cortar las relaciones diplomáticas con tan importante actor en Oriente Medio, según el periódico The Globe and Mail.
“Debido al erróneo enfoque del antiguo gobierno, Canadá no está ahora en Irán”, dijo el ministro de Exteriores añadiendo: “Eso no es bueno para nadie. Cambiaremos esta política”.
Dion afirmó que el fin de las sanciones permitirá a las compañías canadienses, incluyendo el fabricante de aviones Bombardier Inc., unirse a las compañías europeas y norteamericanas que buscan oportunidades en Irán.
A principios de enero, el primer ministro canadiense Justin Trudeau, que asumió el cargo en noviembre de 2015, expresó también su disposición a revivir las relaciones diplomáticas con Irán.