El Ejército sirio ha enviado a tropas bien entrenadas a la provincia norteña de Alepo en los últimos días en anticipación a una operación masiva contra los grupos terroristas en la misma.
El Ejército sirio ha enviado a tropas bien entrenadas a la provincia norteña de Alepo en los últimos días en anticipación a una operación masiva contra los grupos terroristas en la misma, dijeron fuentes militares el martes.
“Más de 800 soldados del Ejército sirio, de las Fuerzas de Defensa Nacional (FDN), de Kataib Hezbolá (una milicia iraquí shií) y Liwa al Badr (otra milicia iraquí) han llegado procedentes de la capital siria, Damasco, a Alepo”, señalaron las fuentes.
“En una cuestión de tres semanas, casi 3.000 soldados han viajado desde Damasco a Alepo. Su objetivo no ha sido, sin embargo, revelado”.
Además de traer a las mencionadas tropas de élite, el Ejército sirio ha recibido numerosas armas pesadas y municiones. En el este de la provincia, la base aérea de Kuweires, liberada el 10 de noviembre, ha sido rehabilitada por ingenieros militares en un tiempo récord y acogerá pronto aviones de combate y helicópteros.
Según fuentes militares sirias citadas por el diario Al Akhbar, los preparativos han sido ya completados, incluyendo la recogida de datos de inteligencia precisos sobre los grupos terroristas, y las tropas esperan las órdenes de la sala de operaciones para iniciar la gran ofensiva, que será apoyada por las fuerzas aéreas de Rusia y Siria.
Existe una especulación de que la próxima ofensiva de Alepo tendrá lugar en el norte de la provincia y estará dirigida a liberar las localidades de Zahra y Nubbul, que están asediadas por el Frente al Nusra y el Ejército Sirio Libre (ESL).
Otros creen que la ofensiva siria podría ir dirigida a tomar el punto de cruce de Bal al Hawa, en la frontera con Turquía, y otras zonas limítrofes, y poner fin así al contrabando de petróleo del EI y otros grupos hacia el país vecino.
En todo caso, el Ejército sirio buscará completar en esta ocasión el cerco sobre los distritos del este de la ciudad de Alepo, en poder de los grupos armados, algo que los militares no fueron capaces de lograr en ocasiones anteriores.
En los últimos días, el Ejército sirio y sus aliados han atacado las posiciones de los terroristas takfiri-wahabíes en tres vecindades de la propia ciudad, las de Al Rashidin-4, Al Rashidin-5 y Salahuddin, infligiendo enormes pérdidas humanas a los mismos y destruyendo sus armas, municiones y vehículos.
Grupos armados desmoralizados
Por su parte, los grupos armados languidecen en Alepo debido a varios factores negativos, especialmente el colapso del espíritu de combate, tanto en los terroristas del EI como los del Ejército de la Conquista (integrado por el Frente al Nusra, Ahrar al Sham y otros). Este último se queja de la falta de armas y municiones. En este sentido, el Movimiento Nur ad Din, otro de los integrantes del Ejército de la Conquista, ha decidido retirarse de la mayoría de los frentes por carecer de fondos y municiones.
A esto hay que sumar las crecientes deserciones y rendiciones de miembros de estos grupos que ya no creen posible una victoria militar y se han visto desmoralizados por la intervención de Rusia en la guerra al lado de Damasco.
Por otro lado, existen divisiones internas entre los grupos armados. El Frente al Nusra se ha negado a enviar refuerzos a la ciudad de Alepo, pese a los repetidos llamamientos de sus aliados. Se ha sabido que Al Nusra está incluso considerando el retirar sus fuerzas de la ciudad pensando en la próxima fase de la lucha en la provincia vecina de Idleb, que controla. Otra de las razones es que el grupo teme que el Ejército sea capaz de establecer un cerco a la ciudad, transformando así los barrios del este de Alepo en un gran campo de detención para los terroristas a la espera de su subsiguiente limpieza, al estilo de lo que ocurrió en la ciudad de Homs.
El grupo cree además que sus “aliados” están dispuestos a abandonarles en cualquier momento en que reciban instrucciones en tal sentido de sus patrocinados extranjeros.
Al Nusra ha sufrido, por otro lado, importantes pérdidas tanto en tropas como en material debido a los bombardeos rusos y sirios, que han dado muerte a centenares de sus miembros y destruido grandes depósitos de armas, municiones y combustible. El grupo ha perdido también a un gran número de sus comandantes, muertos en ataques selectivos.