Poco les ha faltado a los “opositores sirios” de la conferencia de Riad para volver corriendo a Riad esta semana a consultar a su patrocinador saudí tras recibir presiones de EEUU.
Poco les ha faltado a los “opositores sirios” de la conferencia de Riad para volver corriendo a Riad esta semana a consultar a su patrocinador -y parece que amo- saudí tras recibir presiones de EEUU para que acudieran a la conferencia de Ginebra-3 sin precondiciones.
Éste, sin embargo, parece no ser el caso. Los opositores sirios parecen haberse contagiado de la arrogancia y estupidez que dominan la política oficial del reino wahabí, en especial desde el acceso al poder del demente rey saudí y su ambicioso hijo y hombre fuerte del país, Mohammad bin Salman. El nombramiento de Mohammad Allush, dirigente del grupo terrorista Yaish al Islam, como jefe negociador es un intento patético de incomodar no ya al gobierno sirio sino a Rusia e Irán, que han dejado claro que este grupo, apoyado por Arabia Saudí, es culpable del bombardeo con cohetes y morteros de zonas residenciales de Damasco y de los atentados contra las embajada rusa e iraní en la misma ciudad, y, por lo tanto, es una organización terrorista, cuya presencia en las negociaciones de Ginebra es inaceptable, en primer lugar, para el pueblo sirio.
Este jueves, en la víspera de las negociaciones, no estaba claro aún si alguna maniobra de última hora sería capaz de llevar a los miembros de la conferencia de Riad, que pretenden erigirse como los únicos representantes de la oposición siria -un hecho desmentido por la realidad sobre el terreno en Siria-, a la mesa de negociaciones de Ginebra. El grupo había prometido dar una respuesta definitiva en la reunión de Riad del miércoles, pero, en lugar de ello ha planteado condiciones previas, algo que tanto Rusia como EEUU rechazan. Entre ellas está nada menos que el levantamiento del asedio del Ejército sirio a las localidades ocupadas por los terroristas y el fin de los ataques aéreos rusos a los mismos.
Esta situación ha dejado en evidencia a EEUU, que ha tratado de llevar al grupo de Riad a la mesa de negociaciones. Sin embargo, todas las indicaciones indican que aquel está en realidad irritado contra Washington por haber aceptado la propia celebración de la conferencia de Ginebra. El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, se entrevistó esta semana con el presidente del grupo de Riad, Riad Hiyab, al que dijo claramente que el Ejército sirio está ganando la guerra en el campo de batalla y que la única oportunidad que tenía él y su grupo de derrocar al presidente Bashar al Assad era participar en unas elecciones presidenciales anticipadas y ganarlas, “ya que decís que la mayoría del pueblo sirio está con vosotros”.
En todo caso, la negativa del grupo de Riad a participar en las negociaciones, si finalmente se consuma, lo llevará probablemente a una situación de irrelevancia. Rusia ha advertido que si ese grupo no se presenta en Ginebra podrían tener lugar negociaciones con otros miembros moderados de la oposición, más proclives a negociar. Al mismo tiempo, Rusia y EEUU parecen haberse puesto de acuerdo en que la delegación opositora debe ser amplia y no recoger sólo a los miembros del grupo de Riad.
Algunos opositores, como Haizam al Manna, han expresado su rechazo a la conferencia de Riad, a la que considera como un intento de Arabia Saudí de controlar a la oposición siria, y a los intentos exclusivistas de este grupo. Él ha condenado, en este sentido, la exclusión de los kurdos de la conferencia, por presiones de Turquía y del grupo de Riad. Cabe recordar que las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG), que cooperan en el campo de batalla con el Ejército sirio en contra del EI, están incluidas en la organización liderada por Manna: el Consejo Democrático de Siria.
Otra figura opositora, Ijlas Gusa, ha condenado también la participación de Mohammed Allush en la delegación de la oposición. “Resulta muy claro para todo el mundo que los sirios se opondrán a la presencia de aquellos que han jugado un papel importante en el asesinato de miembros de la nación siria”, señaló. En este sentido, ella declaró que la automarginación del grupo de Riad de las conversaciones no impediría llevar adelante el proceso de negociaciones, que pasaría a estar liderado por el gobierno sirio y las fuerzas de la oposición que desean realmente un compromiso y no están al servicio de intereses de estados enemigos de Siria.
Entretanto, la situación política continuará vinculada a lo que ocurra en el campo de batalla y, más concretamente en el norte y el sur de Siria, incluyendo la liberación de la totalidad de la ciudad de Alepo en la próxima primavera.