Los medios israelíes han afirmado que una unidad de combatientes de Hezbolá ha entrado en la ciudad de Deraa, lo que ha sido percibido como “una traición rusa en contra de Israel”.

Apenas pocos días después de la liberación de la ciudad del Sheij Miskin en la provincia de Deraa por el Ejército sirio y sus aliados, los medios israelíes han afirmado que una unidad de combatientes de Hezbolá ha entrado en la ciudad de Deraa, lo que ha sido percibido como “una traición rusa en contra de Israel”.

“Se trata de una violación flagrante de los compromisos adoptados por el presidente ruso, Vladimir Putin, con respecto al primer ministro Benyamin Netanyahyu: el no permitir a fuerzas iraníes o controladas por Irán, como Hezbolá y las milicias shiíes iraquíes y afganas, acercarse a sus fronteras”, afirma el sitio de información israelí Debka.

“Los rusos, que han dejado a Hezbolá entrar en Deraa, han violado las promesas hechas en Israel", afirmó el sitio.

Este último afirma que el 27 de enero una gran fuerza de miembros de Hezbolá entró en la ciudad de Deraa, en el sur de siria, al día siguiente de la conquista de la ciudad de Sheij Miskin por una unidad siria bajo el mando de oficiales rusos. Siempre según Debka, "la vía de acceso a la ciudad de Deraa fue abierta por las fuerzas rusas".

El sitio añade que Deraa “se encuentra sólo a 32 km del sur del Golán y a una distancia pequeña del norte de Israel”.

La toma de Sheij Miskin por las tropas sirias es percibida también como una amenaza en razón de su posición geográfica en la que "confluyen varias intersecciones de las rutas que llevan a Damasco al norte, a la ciudad de Suweida, capital de la minoría drusa, al este, y a Quneitra sobre el Golán, justo frente a las defensas del norte de Israel".

Esta batalla fue, según el sitio, "la primera de su tipo en el conflicto sirio, enteramente planificada y dirigida minuto a minuto por el mando ruso".