Venezuela asumió el lunes la presidencia rotatoria del Consejo de Seguridad de la ONU, en un contexto mundial marcado por conflictos y el accionar de grupos terroristas.
Venezuela asumió el lunes la presidencia rotatoria del Consejo de Seguridad de la ONU, en un contexto mundial marcado por conflictos y el accionar de grupos terroristas.
Por quinta vez el país sudamericano dirige las sesiones del órgano de 15 miembros, que tiene el mandato de la Carta de Naciones Unidas de velar por la paz y la seguridad internacionales, el único con poder vinculante en sus decisiones.
El Consejo define este lunes a puertas cerradas su programa de trabajo para febrero, en la primera reunión encabezada por el embajador venezolano aquí, Rafael Ramírez.
Después de fijada esta tarde la agenda mensual, Ramírez ofrecerá detalles de la misma al resto de las naciones de la organización y a la prensa.
Se espera que el programa contemple al menos un debate abierto, además del análisis de conflictos como los de Siria, Yemen, Sudán del Sur, Libia, Burundi y República Centroafricana y de la situación en el Medio Oriente, incluyendo la cuestión palestina.
Asimismo debe dar seguimiento a misiones de paz de la ONU desplegadas en complejos escenarios del planeta.
Particular interés generan los temas del apoyo a la paz en Colombia y de las conversaciones instaladas el viernes pasado en Ginebra, para la búsqueda de una salida política a la guerra en Siria.
El 25 de enero, el Consejo de Seguridad aprobó una misión política encargada de verificar el alto el fuego definitivo y la dejación de las armas, una vez implementados como parte de las negociaciones de paz que realizan en La Habana el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).
A través de la resolución 2261, el órgano de 15 miembros solicitó al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, definir en 30 días los detalles operacionales y el mandato de la misión, la cual contaría con observadores de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Respecto a Siria, el Consejo adoptó el 18 de diciembre la resolución 2254, una hoja de ruta para detener las hostilidades en el país levantino, agenda puesta en marcha en Ginebra, aunque marcada por las amenazas opositoras de retirarse de la mesa para el diálogo de aproximación, llamado así porque las partes no se ven frente a frente.
El Consejo de Seguridad está integrado por EEUU, Rusia, China, Francia y Reino Unido -potencias con asiento permanente y derecho al veto- y por Angola, Egipto, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Senegal, España, Ucrania, Uruguay y Venezuela.
Venezuela recibió un amplio respaldo en la Asamblea General el 16 de octubre de 2014, cuando fue electa por un mandato de dos años para ocupar uno de los 10 asientos rotatorios.
Desde entonces, Caracas ha señalado como las prioridades de su gestión la defensa de la paz, del multilateralismo y de la soberanía de los pueblos.
PL