Fabius conocido por su afiliación sionista y su postura anti-siria, ha acusado al gobierno sirio y a “sus aliados” de “torpedear” las conversaciones de paz en Ginebra con su ofensiva en Alepo...

El ministro de Exteriores francés Laurent Fabius, conocido por su afiliación sionista y su postura anti-siria, ha acusado al gobierno sirio y a “sus aliados” de “torpedear” las conversaciones de paz en Ginebra con su ofensiva en la provincia de Alepo, que ha llevado a la liberación de las ciudades asediadas de Nubbul y Al Zahra.

“Condenamos la brutal ofensiva del régimen sirio con el apoyo de Rusia para rodear y asfixiar Alepo”, dijo Fabius en una declaración.

Esta declaración no puede resultar más hipócrita porque entraña un total desprecio hacia la suerte de 60.000 civiles que se hallaban atrapados en difíciles condiciones en Nubbul y Al Zahra y que han sido ahora liberados.

Hace pocos días, el Ministerio francés derramaba lágrimas de cocodrilo sobre la suerte de los civiles en Madaya, una ciudad asediada por las  tropas sirias y combatientes de Hezbolá, en lo que formó parte de una campaña mediática que estuvo basada en fotos falsas utilizadas por algunos canales como Al Yazira, para lanzar acusaciones gratuitas contra Hezbolá y los soldados sirios.

Sin embargo, la total falta de interés hacia los civiles de las dos ciudades recién liberadas ponen al descubierto el cinismo del gobierno francés, que ha mantenido una actitud de apoyo hacia los terroristas que actúan en Siria. Sólo en este sentido cabe considerar como “brutal” una ofensiva que ha supuesto la libertad de 60.000 civiles que hubieran sido objeto de una masacre terrorista si el Frente al Nusra o Ahrar al Sham hubieran llegado a tomar dichas localidades.

Esto llevó a que los residentes locales “mostraran una continua resistencia y una inquebrantable confianza en la victoria sobre los terroristas”, según una declaración del Ministerio de Exteriores sirio.

El Ministerio expresó su extrañeza por las declaraciones de los ministerios de Exteriores de Francia y EEUU, muy similares ambas, en relación a las últimas victorias del Ejército sirio en Alepo. Él señaló que lo “brutal” no había sido la ofensiva, sino el asedio de los grupos sectarios takfiris que había afectado a 60.000 civiles y causado más de un millar de muertos. En este sentido, las declaraciones francesa y norteamericana muestran el desprecio de París y Washington hacia el pueblo sirio.

Sus declaraciones también demuestran la estrecha conexión de los grupos terroristas con los países que conspiran contra Siria y su implicación en el derramamiento de sangre siria, añadió la declaración.

El documento concluye señalando que las Fuerzas Armadas sirias y el pueblo sirio están más determinados que nunca a continuar su lucha contra el terrorismo.

El gobierno sirio está también comprometido en la búsqueda de una solución política a la crisis a través del diálogo entre sirios.