El prisionero palestino Mohamed Al Qiq prosiguió una huelga de hambre que ya alcanza los 73 días en protesta por su "detención administrativa" por parte de las autoridades israelíes.
El prisionero palestino Mohamed Al Qiq prosiguió el viernes una huelga de hambre que ya alcanza los 73 días en protesta por su "detención administrativa" por parte de las autoridades israelíes.
De acuerdo con el Comité de la Autoridad Palestina para Asuntos de Prisioneros, Al Qiq considera la decisión de una corte israelí de levantar temporalmente su arresto adoptada la víspera como una forma de erosionar su determinación.
Asimismo, el reciente dictamen judicial israelí persigue, según Al Qiq, minimizar la opinión internacional y del pueblo palestino, contraria a su situación legal.
Al Qiq, quien dado su estado físico se comunica mediante mensajes escritos, sólo finalizará su huelga de hambre cuando las autoridades de Israel lo liberen completamente, según el Comité.
El prisionero, agrega la fuente, rechaza asimismo recibir tratamiento médico de soporte vital por parte del personal del hospital HaEmek, donde se encuentra detenido.
El jueves la Corte Suprema Israelí determinó suspender la detención administrativa que pesa sobre Al Qig (medida que permite a las autoridades de Israel mantener un arresto por tiempo indefinido sin ser acusado formalmente) mientras éste no mejore su estado de salud.
Una vez que se recupere, proseguiría su arresto según esa práctica legal israelí.
Las autoridades de Tel Aviv sostienen que Al Qiq se encuentra bajo custodia policial por "incitación", trabajar con medios de comunicación afiliados al movimiento palestino Hamas (considerado terrorista por Tel Aviv), y por constituir una "amenaza a la seguridad" (de Israel).
PL