Arabia Saudí se ha declarado dispuesta a tomar parte en una eventual operación terrestre en Siria en el seno de la coalición internacional dirigida por EEUU.

Arabia Saudí se ha declarado dispuesta a tomar parte en una eventual operación terrestre en Siria en el seno de la coalición internacional dirigida por EEUU.

Según el politólogo iraní y director general del periódico en idioma árabe Al Wafaq, Mosayeb Naimi, es poco probable que esta intención de Riad acabe por implementarse en la práctica.

En una entrevista concedida a la agencia Sputnik, Naimi estimó que la iniciativa saudí debería ser considerada más bien como “una forma de presión”.

“Desde hace diez meses, el Ejército saudí efectúa ataques aéreos en el territorio de Yemen, pero no se ha atrevido a implicar a gran número de tropas sobre el terreno”, afirmó.

Para él, estas declaraciones en el tema de la crisis siria buscan sólo otorgar a Riad una influencia en el arreglo de la situación en ese país y detener la campaña aérea rusa contra los terroristas a los que el régimen saudí patrocina.

“Si el reino saudí decidiera enviar tropas, esto provocaría una gran guerra regional, e incluso internacional, en lugar de poner fin al conflicto”, dijo Naimi, que considera que, con esta actitud, los saudíes podrían estar presionando también a EEUU para que intervenga en el conflicto.

“Sin embargo, después del fracaso de sus operaciones en Afganistán e Iraq, EEUU se da cuenta plenamente del hecho de que el envío de fuerzas terrestres a Siria se convertiría en una catástrofe”, indicó el politólogo.

En este contexto, el régimen saudí está “extremadamente descontento” por los éxitos logrados por el Ejército gubernamental sirio en su lucha contra el terrorismo y “lo único que le queda es llevar a cabo una guerra informativa”.

En realidad, no es la primera vez que Arabia Saudí lanza tales amenazas. En diciembre pasado, el régimen anunció la creación de una coalición de naciones islámicas para “luchar contra el terrorismo”. Poco después, la mayoría de los supuestos “miembros” de la coalición señalaron que ni siquiera habían sido consultados sobre este tema y desmintieron su participación en la misma.

Por otra parte, los saudíes sólo podrían contar con el apoyo turco para una intervención, pero Rusia ha dejado claro que no permitirá a Ankara llevar a cabo una acción de este tipo. Aunque el régimen de Erdogan ha pedido una zona de exclusión aérea en Siria, en realidad tal zona le ha sido impuesta a él mismo y sus aviones por medio del despliegue de los S-400 rusos.

En realidad, los repetidos fracasos del Ejército saudí en Yemen, el país árabe más pobre de la región, sirven como muestra de la incapacidad saudí de llevar a cabo algún tipo de intervención militar seria en la región.

Según el profesor norteamericano Colin Cavell, “la intervención saudí en Siria tendría el mismo resultado que la intervención en Yemen, con la diferencia de que sus enemigos en Siria son más poderosos. La historia muestra que las fuerzas mercenarias nunca pueden librar guerras externas con éxito”. Ningún soldado saudí apoya a la monarquía de los Al Saúd. Todo el mundo en Arabia sabe que la Casa de Al Saúd no tiene legitimidad y está basada únicamente en la fuerza y la manipulación y en el apoyo de EEUU y el Reino Unido. El régimen saudí es un chiste y está gobernador por idiotas”.

El único problema, según los expertos, es que los gobernantes saudíes están tan alejados de la realidad que pueden cometer un error y entrar en Siria, lo cual sería un acto de guerra contra este país y sus aliados: Rusia, Irán y Hezbolá. Esto podría dar lugar a una guerra mundial.