29-04-2024 05:39 AM Tiempo de Jerusalén

Condenas árabes a estrechamiento de mano entre príncipe saudí y Yaalon

Condenas árabes a estrechamiento de mano entre príncipe saudí y Yaalon

El domingo, una foto de un apretón de manos entre el antiguo jefe del servicio de inteligencia saudí y el ministro de Defensa israelífue masivamente difundida en las redes sociales.

Los vínculos entre Israel y Arabia Saudí son cada vez más visibles y los encuentros más frecuentes.

El domingo, una foto de un apretón de manos entre el antiguo jefe del servicio de inteligencia saudí, príncipe Turki al Faisal, y el ministro de Defensa israelí, Moshe Yaalon, fue masivamente difundida en las redes sociales.

Esto tuvo lugar durante el reciente foro de seguridad organizado en Munich.

Yaalon acababa de terminar su discurso al término en una sesión consagrada a Oriente Medio durante la cual él abordó las relaciones entre Israel y Arabia Saudí y otros países árabes que no tienen todavía relaciones oficiales con la entidad sionista.

Él se jactó de que los israelíes tienen ya canales de diálogo con los “estados árabes sunníes”, según sus términos. “Yo no hablo de Egipto y Jordania sólo. Hablo de países del Golfo y el Norte de África”.

Él puso en acento en lo que consideró como “intereses comunes entre Israel, EEUU y Europa”, de una parte, y “los regímenes sunníes”, de otra, debido a lo que calificó de “conflicto con Irán”.

“Consideramos a Arabia Saudí como el líder del “campo sunní” contra Irán. Irán es el “estado maléfico” para nosotros y también para los “regímenes sunníes”, señaló.

El ministro israelí se consideró incluso legitimado para hablar en nombre de los “estados sunníes” -no el palestino, por cierto- y dijo que ellos estaban “frustrados” contra Occidente porque éste “no les apoya contra Irán” y quiere “detener la guerra en Siria”, cosa que Israel obviamente no desea.

Tras haber estrechado calurosamente la mano de Yaalon, el príncipe saudí no desmintió lo que este último dijo.

Entre los príncipes saudí, Turki al Faisal es el más conocido por tener relaciones con personalidades y dirigentes israelíes.

Varios medios árabes han condenado, sin embargo, la actitud saudí hacia Israel y han desmentido que el régimen saudí represente a los sunníes. De hecho, los árabes ordinarios -ya sean sunníes, shiíes, cristianos u otros- sienten un profundo desprecio por la familia real saudí a la que ven como corrupta, criminal y vendida a intereses occidentales.

Estos medios han constatado que el príncipe saudí no desmintió las declaraciones de Yaalon.

Una de las críticas más fuertes fue la del redactor en jefe del periódico árabe Rai al Yaum, Abdel Bari Atuan. Él señaló que los saudíes son “clementes con los sionistas y severos hacia los árabes y los musulmanes”, citando así al revés un verso del Corán que afirma que entre las cualidades de los creyentes está el ser “clementes con los musulmanes y severos con los impíos”.

El activista político saudí Hamza al Hassan recordó otras declaraciones de Yaalon, que afirmó que “ellos nos dan la mano, pero se reúnen con nosotros en habitaciones cerradas”. “Ahora, el estrechamiento de manos se hace públicamente”, señaló.

Otro opositor saudí, el historiador Abdulá al Shumari, dijo, refiriéndose a Turki: “Malditos sean sus manos contaminadas”.

Un periodista libanés recordó que “no es la animosidad contra Irán lo que ha echado a Arabia en los brazos de Israel. Es la afinidad saudí con respecto a la entidad sionista la que alimenta esta fobia saudí anti-iraní. “La ventaja de la crisis actual es que ha puesto de manifiesto a plena luz del día lo que durante décadas se hizo disimuladamente”.

Durante el encuentro de Munich, el representante del grupo de Riad de la oposición siria, apoyado por Arabia Saudí, Riad Hiyab, estuvo presente. La foto mencionada le muestra pronunciando su discurso, al que Yaalon asistió en primera fila escuchando atentamente.

Los medios sionistas intentan atizar los conflictos entre musulmanes sunníes y shiíes, cristianos y musulmanes, árabes y persas etc con el fin de poner en marcha su plan para dividir los países de la región y alcanzar la hegemonía sionista, como parte de la construcción del Gran Israel.