El portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias, Talal Salu, dijo el lunes que Turquía ha evitado hasta el momento invadir Siria debido a la campaña aérea que Rusia lleva a cabo en el país.
El portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias, Talal Salu, dijo el lunes que Turquía ha evitado hasta el momento invadir Siria debido a la campaña aérea que Rusia lleva a cabo en el país.
El Ejército turco no podrá invadir el territorio sirio debido a la campaña aérea de Rusia contra los terroristas del EI, manifestó Salu a RIA Novosti. “Las tropas turcas no han invadido el país vecino porque ellos se convertirían en objetivos de la Fuerza Aérea Rusa y la artillería del régimen (sirio)”.
Por su parte, el periodista árabe Abdel Bari Atwan, director de Ray al Yaum (La Opinión Hoy), publicó un artículo el miércoles en el que afirmó que un alto diplomático ruso le había manifestado que el presidente Vladimir Putin no dudaría ni un segundo en ir a la guerra contra Turquía en el caso de que este país o Arabia Saudí invadan Siria.
Atwan señaló que el diplomático ruso, que coincidió con él en un foro político, le aseguró que la caída del Estado sirio sería una grave derrota para Moscú.
El director del periódico panárabe manifestó en un artículo referido a este tema que los puntos de fricción que podrían llevar a un posible conflicto serían Raqqa, la capital del EI en Siria, hacia la cual se dirigen actualmente unidades del Ejército sirio y Azaz, la ciudad siria fronteriza, por donde ha discurrido una gran parte de la ayuda turca a los terroristas que actúan en Siria. La ofensiva del Ejército sirio hacia Raqqa busca tomar esta ciudad y adelantarse así a un posible ataque de fuerzas saudíes o turcas y también abortar el complot de Israel y algunos países para dividir Siria en una parte occidental y otra oriental.
Él señala que cualquier intento turco o saudí de invasión llevaría inevitablemente a la intervención de las fuerzas rusas al lado del Ejército sirio porque Rusia, al igual que Irán, nunca permitirá que el Estado sirio se vea reemplazado por otro terrorista o un “Sunnistán” wahabí. En este sentido, cabe recordar las palabras del presidente Putin de que Rusia no abandonará a Siria incluso si eso llevara a combates en las calles de Moscú y la advertencia del primer ministro, Dimitri Medvedev, de que una intervención terrestre turca o saudí provocaría una guerra mundial.
Hasta ahora, la táctica turca ha sido una mezcla de amenazas de intervenir y de correr luego a pedir la ayuda de la OTAN en un intento de arrastrar a la Alianza a un posible conflicto con Rusia en Siria, lo cual no va a ocurrir por múltiples razones, la más importante de los cuales es que el Artículo V del Tratado no se aplica a un ataque turco contra Siria. Además, EEUU y Turquía tienen en este caso intereses divergentes, ya que Washington no considera “terroristas” a las milicias kurdas del YPG a las que ha prestado apoyo en el pasado frente al EI. Este hecho ha irritado a Erdogan, que ha pedido a EEUU que escoja entre él y los kurdos.
Desde el punto de vista militar, Rusia ha enviado recientemente un avión espía el Tu-214R a Siria en un gesto inequívoco de que se toma en serio las amenazas de Turquía. Su principal misión será el detectar los preparativos turcos o saudíes para una invasión de Siria, dándole tiempo así al liderazgo ruso a reaccionar. Rusia posee también satélites y otros dispositivos de guerra electrónica y alerta temprana, que rastrean los movimientos turcos al otro lado de la frontera.
Otro problema para Turquía sería el tener que llevar a cabo una operación terrestre en un entorno aéreo hostil donde sus aviones no podrían aventurarse en el espacio aéreo sirio por temor a hacer frente a los sistemas S-400 y S-300 desplegados por Rusia en Latakia y en barcos situados en la costa.
Rusia dispone de un enorme stock de misiles con alcance entre los 120 y los 1.000 kms y cabezas explosivas convencionales entre los 500 y los 1.000 kgs. También posee misiles tácticos con cabezas nucleares entre los 50 y los 1.500 kilotones, que pueden eliminar soldados y equipos dentro de una amplia zona.
Además de los barcos dotados con misiles de crucero Kalibr y otros. Rusia posee un centenar de bombarderos estratégicos Tu-160 y Tu-95 equipados con una variedad de armas, incluyendo los misiles Kalibr mencionados. Estos lanzamientos de misiles pueden efectuarse desde el propio territorio ruso ya que estos últimos poseen un alcance de unos 2.500 kms. Turquía sería también objetivo desde los primeros momentos de una amplia guerra electrónica y podría quedar paralizada.
En caso de conflicto, Rusia podría eliminar objetivos estratégicos en Turquía -como bases aéreas, campos militares, concentraciones de tropas y centros de mando- y otros económicos -como centrales eléctricas, presas, depósitos de combustible etc- privando a Turquía de energía y causando su hundimiento económico.
Estos hechos desatarían probablemente una rebelión interna en Turquía -donde toda la oposición condena las políticas temerarias de Erdogan hacia Siria-, animarían a los kurdos turcos a buscar la secesión y convertirían al país en un estado débil o fallido.