“Bajo las actuales condiciones en que la batalla del Este de Alepo se está aproximando a su fin, la implementación de un cese el fuego llevará a una victoria del Ejército en la provincia”.
Un experto militar sirio ha señalado que aunque los grupos rebeldes iniciarán pronto un alto el fuego con el Ejército sirio, la tregua terminará en favor de Damasco, ya que las fuerzas gubernamentales han liberado en este último medio año la mayor parte de las regiones estratégicas del norte de Siria.
“Bajo las actuales condiciones en que la batalla del Este de Alepo se está aproximando a su fin, la implementación de un cese el fuego llevará a una victoria del Ejército en la provincia”, añadió el estratega militar, general de brigada Ali Maqsud, a Fars News el miércoles.
Él puso de relieve las ganancias del Ejército sirio en Alepo y dijo: “La carretera internacional que conecta Alepo con las provincias del Este, en especial Raqqa, ha sido recuperara por el Ejército, que ha tomado también la Planta de Energía Termal y otras 30 ciudades y pueblos que la rodean”.
De este modo, señaló, las tropas gubernamentales controlan ahora todas las regiones estratégicas de Alepo y el cese el fuego no puede ser de ninguna ayuda para los terroristas. El Ejército sirio y sus aliados capturaron precisamente el jueves la localidad estratégica de Janasser, en el sureste de Alepo, restableciendo su principal línea de suministros y cortando la del EI.
La victoria del Ejército sirio se concreta también en la incapacidad de los patrocinadores de los terroristas para hacer efectivos sus complots. No habrá una zona colchón ni una zona de exclusión aérea ni tampoco la ocasión de enviar más armas avanzadas a los grupos terroristas, tal como reclamaban Turquía y Arabia Saudí.
Peor aún es que el Frente al Nusra, la rama de Al Qaida en Siria, seguirá siendo atacada por rusos y sirios, a pesar de la irritación de Ankara y Riad y su títere, el grupo de Riad. Washington recibió presiones de Turquía y Arabia Saudí para librar a Al Qaida de estos ataques, pero el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, rechazó tal petición y recordó a Kerry que Al Qaida es, según la versión oficial norteamericana, el grupo que derribó las Torres Gemelas de Nueva York en el 11-S. Difícil sería, pues, para el gobierno estadounidense justificar que Al Qaida no pueda ser atacada.
EEUU se ha negado también bajo presiones saudíes y turcas, a incluir al Yaish al Islam y Ahrar al Sham en la lista de organizaciones terroristas exceptuadas del cese el fuego, a pesar de las acciones de estos grupos y de que algunos de ellos están unidos de facto al Frente al Nusra en el campo de batalla. Sin embargo, los dos grupos han rechazado el cese el fuego, a pesar del hecho de que Kerry ha advertido que cualquier parte que lo hiciera pasaría a ser enemigo de EEUU.
De este modo, Rusia y EEUU podrían haber hallado un terreno común en la lucha contra los grupos terroristas. Recientemente, un think tank norteamericano señaló que Al Nusra era más peligrosa que el EI y estaba preparada para tomar las riendas del yihad global si el EI era derrotado. Washington, por su parte, está preparándose para un nuevo combate contra el EI en Libia y es consciente que sin el apoyo de Rusia e Irán a la lucha contra esta organización, nada podrá impedir su progresión por el mundo.
De este modo, el Ejército sirio podrá continuar la guerra contra sus dos enemigos más poderosos: el Frente al Nusra y el EI. La derrota de estos últimos llevará a un predominio total sobre el terreno del Ejército sirio. Los grupos rebeldes que estarán incluidos en el acuerdo, si es que hay alguno, tienen poco control sobre la situación. Recientemente, el opositor moderado Haizam Manna dijo que el grupo de Riad y los grupos armados vinculados al mismo controlan un 5% de la superficie de Siria, es decir, que son prácticamente irrelevantes.
Los grupos kurdos y sus aliados de las Fuerzas Democráticas Sirias, vinculadas a Manna, están compuestas por personas de diferentes orígenes étnicos y religiosos y están dispuestos a cooperar con el Ejército sirio y se oponen a los grupos terroristas y a las políticas de Arabia Saudí y Turquía. Esta oposición, más representativa que el grupo de Riad, controlaría un 16% del territorio, casi todo en el noreste del país, según Manna.
Todo ello llevará a que la lucha en provincias como Idleb, Alepo o Hama, donde están implantados el Frente al Nusra y el EI, no se detenga. Los mismo cabe decir de Deir Ezzor y Raqqa. Sin embargo, el Ejército sirio habrá de ser cuidadoso en no llevar a cabo acciones que puedan suponer una violación del cese el fuego para lo cual es previsible que consulte con la sala de observación del mismo creada en la base rusa de Hamaimam, en Latakia, antes de llevar a cabo cualquier operación. El acuerdo permite, sin embargo, la realización de acciones de autodefensa.
El acuerdo de cese el fuego servirá también para poner en práctica nuevos acuerdos de reconciliación en varias partes del país y permitirá a muchos sirios que se habían embarcado en la vía de la oposición armada regresar a sus hogares sentando así las bases para un final progresivo del conflicto.