Arabia Saudí ha recurrido a todos los trucos posibles con el fin de dañar las relaciones entre el movimiento de resistencia palestino Hamas con Irán.
Arabia Saudí ha recurrido a todos los trucos posibles con el fin de dañar las relaciones entre el movimiento de resistencia palestino Hamas con Irán. Sin embargo, estos dos últimos se esfuerzan por salvaguardar sus relaciones e incluso reforzarlas a pesar de las diferencias surgidas entre ambos en relación a la crisis siria.
Desde hace algunos días, un periódico próximo al régimen saudí, Ash Sharq al Ausat (propiedad de los hijos del rey Salmán) ha publicado el contenido de una grabación sonora del miembro del Buró Político de Hamas, Musa Abu Marzuk, en el que él atacaba a la República Islámica de Irán.
Otro periódico pro-saudí Al Hayat, propiedad del príncipe Jalid bin Sultan, afirmó que fue Hamas el que estaba detrás de la publicación del documento, con el propósito, según el diario, de acercarse a Riad.
Según As Sharq al Ausat, Abu Marzuk dijo que Irán ya no arma a la resistencia palestina desde 2009 y acusó a ese país de jugar un “papel nefasto en Yemen”.
Los palestinos se vieron sorprendidos por tales declaraciones, máxime teniendo en cuenta que habían enviado una delegación a Teherán para participar en la celebración de la Revolución Islámica el pasado 10 de febrero. La publicación de este artículo se produjo también algunos días antes de un encuentro previsto entre Abu Marzuk y un responsable iraní.
Tras varias investigaciones, los palestinos descubrieron que habían sido los servicios de inteligencia saudíes los que estaban detrás de la publicación.
Sin embargo, en lugar de dañar las relaciones entre palestinos iraníes, la publicación de la entrevista tuvo el efecto inverso. Para los iraníes, el apoyo a la causa palestina ocupa un lugar importante entre las prioridades de su política exterior. Ésta es la razón por la que ellos aceptaron las explicaciones proporcionadas rápidamente por Hamas, aunque éste recibió, no obstante, algunas reprimendas formuladas de una forma gentil, según Al Akhbar.
En un intento destinado a neutralizar los intentos saudíes de sabotear sus relaciones, los contactos entre iraníes y palestinos se intensificaron durante los ocho días de la visita de una delegación de Hamas a Irán. Ellos se reunieron con innumerables responsables iraníes, incluyendo el jefe del Parlamento, Ali Lariyani. Sin embargo, fue con los dirigentes de los Guardianes de la Revolución, el cuerpo de élite del poder iraní, que las reuniones revistieron una mayor importancia.
De retorno a Gaza, la delegación palestina fue informada de que Arabia Saudí había contactado con responsables de Hamas para expresar su cólera por la visita y estaba, a todas luces, irritada por el fracaso de su intento de sabotaje de las relaciones entre palestinos e iraníes.
Según Al Akhbar, la respuesta de los dirigentes de Hamas fue que el hecho de que ellos tengan una relación con Riad no implica que deban cortar sus vínculos con Teherán y, al mismo tiempo, el hecho de mantener sus relaciones con Irán tampoco significa que el movimiento palestino vaya a adoptar las mismas posturas que ese último país con respecto a Arabia Saudí.