En lugar de utilizar la política fiscal para intervenir en sus propias economías con el fin de evitar la crisis, los países ricos han invertido 4.700 millones de dólares en todo el
Nura Torres
En lugar de utilizar la política fiscal para intervenir en sus propias economías con el fin de evitar la crisis, los países ricos han invertido 4.700 millones de dólares en todo el mundo, lo que “ha servido sólo para empeorar los problemas y poner los mercados emergentes en peligro”, dijo recientemente Dilma Rousseff, la presidenta de Brasil, durante un encuentro con empresarios y trabajadores, que se celebró en Brasilia, la capital. Ella condenó las políticas de flexibilización cuantitativa empleadas por EEUU el pasado año y más recientemente por Europa.
Según Wikipedia, la flexibilización cuantitativa es una herramienta no convencional de política monetaria utilizada por algunos bancos centrales para aumentar la oferta de dinero, aumentando el exceso de reservas del sistema bancario, por lo general mediante la compra de bonos del propio gobierno central para estabilizar o aumentar sus precios y con ello reducir las tasas de interés a largo plazo. La presidenta dijo que lo que ella calificó de “tsunami monetario” era una política monetaria incoherente y perjudicial.
Evocando una “guerra de divisas”, ella se comprometió a tomar medidas para defender la industria brasileña y el empleo y en contra de la “canibalización de los mercados emergentes”.
Ella cree que la reducción de los tipos de interés en Europa y EEUU favorece el ingreso de capitales en Brasil, atraídos por un real fuerte y tipos de interés más altos y fuertes. El real se ha apreciado un 8% desde el comienzo del año.
El país introdujo el jueves un impuesto del 6% sobre las inversiones extranjeras a corto y medio plazo para tratar de detener la continua revaluación de la moneda brasileña.
El año pasado, en respuesta a una pregunta sobre la crisis de la deuda en los EE.UU. y Europa, Rousseff declaró que la “estupidez política amenaza al mundo entero. ”