El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, aseguró este martes en un discurso emitido por el canal Al Manar que Hezbolá busca la estabilidad del Líbano y que esto es una línea roja.
El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, aseguró este martes en un discurso emitido por el canal Al Manar que Hezbolá busca la estabilidad del Líbano y que esto es una línea roja. Sayyed Nasralá llamó a los libaneses a ser vigilantes para no servir a los objetivos de Arabia Saudí e Israel, que quieren incrementar las tensiones sectarias en el Líbano. Él señaló que las supuestas donaciones saudíes, cuya supresión fue anunciada recientemente por el régimen saudí, fueron anuladas en realidad después de la muerte del rey Abdulá.
Sayyed Nasralá explicó que la campaña de intimidación contra el Líbano orquestada por Riad busca hacer callar a Hezbolá, que ha osado alzar la voz contra Arabia Saudí justo después del desencadenamiento de la guerra contra Yemen.
He aquí los principales puntos de su discurso:
En primer lugar, me gustaría felicitar y presentar mis condolencias a las familias de los mártires, incluyendo el comandante Ali Fayad, caídos en martirio en estos últimos días mientras luchaban contra la organización terrorista EI y ayudando a sus hermanos en Alepo.
Me gustaría abordar en mi discurso los acontecimientos acaecidos en el escenario libanés tras el anuncio saudí de anular sus presuntas donaciones al Líbano. Desde este momento, Arabia y sus aliados en el Líbano han llevado a cabo una campaña política y mediática contra Hezbolá. Ellos han creado un clima de tensión en el Líbano y los medios saudíes han difundido programas ofensivos (contra Sayyed Nasralá) provocando la cólera de ciertos jóvenes.
Desde esta fecha, el Líbano ha entrado en una nueva fase.
Me gustaría evocar:
1 - La situación política en el Líbano.
2 – El programa difundido por el canal saudí MBC.
3 – La confrontación con Arabia Saudí.
Estamos comprometidos con la estabilidad y la paz civil en el Líbano
Arabia Saudí y sus aliados han intensificado en los pasados días sus discursos incendiarios. Ellos han recurrido a la propagación de comunicados y rumores con el fin de atizar la sedición. Varios comunicados en sus medios han afirmado que Hezbolá tiene la voluntad de invadir ciertas regiones libanesas habitadas por sunníes. El objetivo es claro: sembrar la discordia entre sunníes y shiíes.
Riad ha aprovechado también este clima negativo que ha creado para llamar a los ciudadanos de los países del Golfo a abandonar el Líbano por razones de seguridad.
Varios rumores difundidos por sitios de Internet han hablado incluso de combates con muertos y heridos en ciertas regiones libanesas. Todo ello es infundado.
Partiendo de ahí, yo digo con claridad a nuestros aliados y a nuestros rivales que nos adherimos a la estabilidad y la paz civil en el Líbano.
Todos los libaneses deben saber que el país no está al borde de un conflicto o de un problema de seguridad. Toda declaración en tal sentido forma parte de una propaganda que busca asustar a la población. Queremos limitar nuestras diferencias al campo político e impedir cualquier tipo de inestabilidad.
Yo digo a nuestros simpatizantes que estamos acostumbrados a estas acusaciones y amenazas y que no hay nada que temer.
Algunas partes (el 14 de Marzo) han amenazado con romper el diálogo. Este gobierno es el vuestro, no el nuestro, pero nosotros continuaremos participando en él. Nosotros consideramos que el diálogo bilateral con el Futuro así como con otras fuerzas políticas son esenciales, pero no podemos imponerlos a nadie. Que aquellos que deseen retirarse del diálogo lo hagan.
De hecho, existe un temor de ciertos partidos (del 14 de Marzo), que se oponen a la celebración de elecciones municipales (previstas para mayo) por razones financieras y ellos buscan propagar las tensiones de seguridad con el fin de buscar un pretexto para el retraso de esta cita electoral.
MBC y el plan de discordia saudo-israelí
El recurso de los medios saudíes, como el canal MBC, a la difusión de programas provocativos contra Hezbolá, en lugar de optar por los debates basados en posiciones lógicas, prueban su debilidad y su incapacidad. Estos programas banales no merecen ni siquiera una reacción de nuestra parte. Ellos prueban su debilidad y su impotencia.
Algunos jóvenes han reaccionado de forma espontánea cortando las calles. Hezbolá no tiene nada que ver con estos movimientos de protesta. Estos jóvenes son simpatizantes, pero puede que haya entre ellos elementos infiltrados. En todo caso, aunque les agradezco el gesto, quiero señalar que este medio de protesta no es apropiado. Cuando se ocupan las calles no se molesta a la cadena MCB ni a aquellos que la financian, sino a la gente ordinaria. Las reacciones deben reflexivas; uno no disparar sobre sí mismo.
No hay necesidad de recurrir a tomar las calles y os pido que no lo hagáis. Debemos dar respuestas dignas y civilizadas que vayan en nuestro favor y en contra de los intereses de nuestros enemigos. Israel y Arabia Saudí obran para crear la discordia entre sunníes y shiíes. Riad obra para extender esta discordia por el mundo, en Siria, en Iraq, en Yemen, en Bahrein, en Nigeria, en Indonesia y en Pakistán.
Cuando el reino saudí ejecutó al líder religioso (saudí) Nimr al Nimr quería atizar este tipo de discordia.
Algunos medios han señalado que los servicios de inteligencia israelíes han reclutado a un equipo de jóvenes israelíes que hablan árabe e inglés y utilizan falsos pseudónimos como Ali, Omar, Zeinab, Aisha y otros. Ellos tienen como misión la de sembrar la discordia entre sunníes y shiíes en las redes sociales. De ahí la necesidad de estar vigilantes. En este sentido, llamamos a los ulemas y a las instituciones religiosas a intensificar su cooperación a fin de reforzar la Ummah.
Suspensión de la ayuda militar
El 29 de diciembre de 2013, Riad anunció que iba a otorgar al Líbano una donación de 3.000 millones de dólares y otros 1.000 millones en ayuda militar francesa para el Ejército libanés. Sin embargo, el 19 de febrero de 2016, Riad suspendió estas supuestas donaciones.
El reino saudí escogió un tiempo oportuno para realizar este anuncio con el fin de culpar a Hezbolá por la supuesta congelación de estos fondos. En realidad, todo el mundo sabe que estas ayudas fueron rescindidas después de la muerte del rey Abdulá hace casi un año. Pedid al primer ministro, Tammam Salam, que os cuente lo que le dijo el rey Salman durante su visita a Riad.
El problema para Arabia Saudí es Hezbolá, diciendo las cosas como son. Y aceptamos asumir la responsabilidad que esta situación implica. Existe un combate en la actualidad y esto no nos importuna. Riad busca que el gobierno y los libaneses presionen a Hezbolá con el fin de que dé marcha atrás en algunas de sus decisiones, especialmente sus críticas contra Arabia Saudí.
Arabia Saudí está irritada por las criticas de Hezbolá en su contra. Desde 2005, Arabia Saudí lleva a cabo una guerra de difamación y participa en acciones de seguridad y de inteligencia contra Hezbolá. A pesar de eso hemos guardado silencio.
Incluso después del desencadenamiento de la crisis en Siria y la represión de las manifestaciones pacíficas en Bahrein por medio de los tanques hemos criticado discretamente estas intervenciones y llamado al diálogo. Joe Biden (el vicepresidente de EEUU) reveló que Arabia Saudí había gastado 5.000 millones de dólares en su guerra contra Siria. Y antes en Iraq, es decir en 2003, fueron los saudíes los que financiaron las explosiones y atentados con coches bomba que destrozaron a un gran número de civiles iraquíes. Y lo mismo cabe decir de los coches bomba enviados al Líbano. Se trata de una guerra indirecta orquestada por Arabia Saudí.
La mejor acción que he realizado en mi vida
Tras la guerra saudí dirigida contra Yemen, hace casi un año, y las masacres cotidianas dirigidas contra las escuelas, las universidades, los mercados, las ciudades y los pueblos de ese país no podíamos ya callarnos. Nuestra humanidad, nuestro arabismo, nuestro interés nacional nos incitan a elevar la voz contra los crímenes saudíes en Yemen.
Los saudíes, príncipes y reyes, piensan que pueden insultar a todo el mundo, lanzar guerras, masacrar a poblaciones, sentarse con Israel en privado, y en la actualidad en público, y hacer lo que ellos quieran sin que nadie proteste. Ellos utilizan a menudo el pretexto del Islam o el arabismo para defender sus acciones, pero éstos no tienen nada que ver con ellas.
Yo tengo ahora 56 años y considero que el mejor acto que he realizado en mi vida es el discurso que pronuncié al día siguiente al desencadenamiento de la guerra saudí contra Yemen y su pueblo oprimido y abandonado.
Nuestra pertenencia a la religión del Profeta Muhammad (P) y nuestro amor por el Imam Hussein (P) nos incitan a rechazar esta opresión. El permanecer silencioso frente a estos crímenes no tiene nada que ver con el Islam.
Hace falta ser valeroso en este mundo donde todo se compra con dinero: los medios, las fatuas, incluso la política de países como Francia y Gran Bretaña.
Arabia Saudí comete crímenes en Yemen, en Siria y en Bahrein desde hace diez años, desde hace cien años, desde que este régimen tomó el poder.
Ellos pueden comenzar guerras y cometer masacres, pero nadie puede decir nada por temor a desencadenar la cólera saudí.
Hezbolá, sin embargo, continuará denunciando la agresión saudí en la región.