La llamada División 13 del llamado Ejército Libre Sirio, que recibió armas y entrenamiento de EEUU, dijo que los militantes del Frente al Nusra habían atacado sus depósitos en Maarrat al Nuuman.
En lo que podría ser uno de los peores fracasos del programa del Pentágono para armar a los "rebeldes sirios" varias bases de estos últimos, que han sido entrenados por tropas norteamericanas y que contaban con armas, vehículos militares y otros equipos de esa nacionalidad, han sido saqueadas por el Frente al Nusra, la rama siria de Al Qaida. Este grupo y los "rebeldes" se culpan ahora unos a otros por el ataque.
La llamada División 13 del llamado Ejército Libre Sirio, que recibió armas y entrenamiento de EEUU, dijo el sábado que los militantes del Frente al Nusra habían atacado sus depósitos en la ciudad de Maarrat al Nuuman, en la provincia de Idleb.
Algunos medios han especulado sobre las armas que el Frente al Nusra se llevó y señalan que entre ellas estarían los misiles antitanque TOW suministrados por EEUU, armas de fuego y municiones y una cantidad no especificada de vehículos, incluido un tanque.
Además, hasta 13 miembros de la División 13 han sido tomados como rehenes y otros 4 han resultado muertos, según cifras del OSDH, con sede en Londres.
Por su parte, el Frente al Nusra publicó una declaración en la que culpó a la División 13 de provocar el ataque. Los "rebeldes", por su parte, negaron haber atacado a Al Nusra y acusaron al grupo de llevar a cabo un asalto por sorpresa contra las bases. También afirmaron que eran "demasiado débiles" para iniciar una acción bélica contra la organización terrorista.
La enemistad entre ambos grupos, que una vez estuvieron aliados en la lucha contra el Ejército sirio, ha ido creciendo con el tiempo. Al Nusra ha encarcelado a representantes de los “rebeldes” y cambiado sus banderas tricolores por banderas negras del Frente en la ciudad de Idleb.
El Frente al Nusra tiene un largo historial de saqueos a las fuerzas rebeldes apoyadas por EEUU. El pasado verano, el grupo secuestró a varios miembros de la División 30 equipada por EEUU, mientras que en septiembre un stock de armas norteamericanas en poder de los “rebeldes” pasó íntegramente a manos del Frente al Nusra. Esto se produjo cuando decenas de “rebeldes” abandonaron la División 30 y entregaron las armas al grupo terrorista apenas cruzaron la frontera siria.
Un mes más tarde, el Departamento de Estado de EEUU admitió que un gran número de los "moderados" a los que había entrenado habían sido reclutados por el Frente al Nusra en Siria.
El Frente al Nusra domina la provincia de Idleb al frente de una coalición de militantes takfiris integrados en el Yaish al Fatah (el Ejército de la Conquista). Esta coalición incluye a algunos grupos apoyados por EEUU que han recibido armas norteamericanas. Washington ha expresado su preocupación por los ataques aéreos rusos en Idleb, incluso si ellos van dirigidos contra Al Qaida, con el argumento de que podrían afectar a los aliados de EEUU.