Tras el atentado ocurrido en Ankara, algunos medios e internautas turcos han comenzado a arrojar sospechas sobre el papel de la Embajada de EEUU que publicó una advertencia sobre un posible atentado.
Tras el mortal atentado ocurrido en Ankara, que ha causado la muerte al menos a 37 personas, algunos medios e internautas turcos han comenzado a arrojar sospechas sobre el papel de la Embajada de EEUU que publicó una advertencia sobre un posible atentado dos días antes de que éste tuviera lugar, señaló el periódico The Huffington Post.
Ankara responsabilizó del atentado del domingo por la noche, el tercero en la capital turca desde octubre, al PKK y afirmó que dos militantes de este grupo kurdo habían llevado a cabo el ataque, aunque éste no ha sido todavía reivindicado.
La Embajada norteamericana publicó el viernes una advertencia a los ciudadanos estadounidenses para que se mantuvieran alejados del centro de la ciudad debido a “un potencial complot terrorista para atacar a edificios del gobierno turco o viviendas localizadas en el área de Bahcelievler, en Ankara”. La explosión tuvo lugar en un centro neurálgico de esta área donde se concentran varios transportes.
Algunos turcos han empleado esta advertencia de la Embajada para culpar tanto a EEUU como al propio gobierno de Erdogan por su inefectividad en lo que se refiere a detener el atentado, incluso aunque éste había sido objeto de una advertencia de la misión diplomática.
La Embajada se vio obligada a publicar una explicación para hacer frente a “las especulaciones de medios turcos” sobre cómo y por qué había emitido una advertencia sobre un posible atentado. Sin embargo, esto no ha eliminado las sospechas.
“Las predicción de EEUU sobre el ataque pudo haberse visto influenciada por los estrechos vínculos con el PYD (el principal partido de los kurdos sirios)”, escribió la columnista Elvan Alkaya en el periódico pro-gubernamental Yeni Safak, especulando así con el hecho de que EEUU podría estar cooperando con los kurdos sirios en una acción anti-turca.
Esta afirmación, sin embargo, podría de ser un intento del gobierno para culpar a los kurdos sirios, considerados como “terroristas” por Ankara, del ataque y buscar así un pretexto para atacarles en suelo sirio. También podría constituir una forma de presión sobre EEUU para que deje de apoyarles.
Alkaya recordó también que el 31 de octubre hubo una explosión en la Plaza de Taksim y 32 personas que participaban en la fiesta de Halloween resultaron heridas. El día antes, la Embajada de EEUU llevó a cabo otra advertencia a un tour operador, Özcan Işık, para que cancelara la visita de norteamericanos al lugar de celebración.
Aviones turcos bombardearon campos de militantes kurdos en Iraq el lunes, incrementando así los temores de algunos turcos a que el gobierno de Erdogan esté utilizando el atentado para conseguir dividendos políticos y llevar a cabo una escalada en su lucha contra los kurdos, dentro y fuera del país.
La violencia ha crecido en el sureste de Turquía, donde cientos de personas, incluyendo una gran parte de civiles, han muerto desde que la tregua entre el gobierno del PKK y Ankara fue violada el pasado verano por Erdogan en un intento de recuperar la mayoría absoluta del AKP en unas nuevas elecciones legislativas.
El periódico Cumhuriyet afirmó, por su parte, que la Embajada de EEUU había advertido a los ciudadanos estadounidenses antes de la explosión de Ankara, pero fue la Inteligencia turca la que no detuvo el ataque. “El Estado no sintió tampoco la necesidad de advertir al pueblo”, indicó el diario.
Ankara bloqueó Facebook y Twitter horas después del atentado limitando así la capacidad de los turcos de acceder a información.