22-11-2024 07:19 AM Tiempo de Jerusalén

Protestas en el Sur de Chile

Protestas en el Sur de Chile

La región de Aysén, en el sur de Chile, continúa aislada por el corte de rutas llevado a cabo por los residentes locales.

La región de Aysén, en el sur de Chile y situada a poco más de 1.600 kms de la capital Santiago, continúa aislada por el corte de rutas llevado a cabo por los residentes locales, que ha impedido la llegada de turistas y el abastecimiento de combustible. Las principales vías de comunicación y carreteras de Aysén se encuentran cerradas por las barricadas, fogatas y árboles que han sido cruzados en las mismas. Las protestas han sido promovidas por el Movimiento Social por la Región de Aysén, así como por gremios de taxis colectivos, camioneros, pescadores y comerciantes.

Los aiseninos exigen una rebaja en los precios de los combustibles -un 50% más altos que en Santiago-, un sueldo mínimo superior a los 350 dólares, jubilación regionalizada, estabilidad laboral para los empleados públicos, mejoras en la salud y la educación y una universidad y un hospital regionales.

Los pescadores, por su parte, han señalado que las cuotas de pesca eran muy bajas y han exigido un incremento de las mismas para que su trabajo les resulte económicamente rentable y puedan faenar todo el año.

El portavoz del movimiento, Iván Fuentes, dijo a la AP que en Aysén, los precios de los alimentos son muy altos y que muchas jubilaciones bordean apenas los 150 dólares. “En Aysén se gasta en promedio más de 100 mil pesos (200 dólares) en calefacción, que es más necesaria que el propio alimento. Tenemos la luz más cara del mundo, el agua más cara de Chile, la fruta es cinco veces más cara (que en el resto del país) y la harina vale el doble”, señala Pablo Barattini, presidente de la Corporación de Desarrollo de la zona.

Los aiseninos también se quejan de la falta de una conexión terrestre con el resto del país, lo que les obliga a utilizar el transporte aéreo o marítimo de forma exclusiva, con los costes que ello conlleva. Ellos hablan de promesas incumplidas del gobierno chileno para conectar a la región por tierra.

Con el ánimo de lograr ser escuchados y conseguir estos objetivos los aisinos dieron comienzo a una serie de movilizaciones y protestas el pasado día 7 de febrero. El 13 de febrero, un grupo de pescadores tomó el aeródromo de Melinka.

El día 21 se produjeron choques entre manifestantes y carabineros y se practicaron arrestos. Un enfrentamiento en Puerto Aysén ese día dejó un balance de 17 detenidos, 6 manifestantes heridos y 12 carabineros lesionados. Diversas propiedades fueron atacadas o saqueadas.


Tras dos semanas de movilizaciones, el gobierno del presidente Sebastián Piñera ordenó el viaje de los ministros Jaime Mañalich (Salud) y Pedro Pablo Errázuriz (Transportes) a la zona para negociar con las organizaciones de residentes locales que promueven la propuesta.

Las autoridades han señalado, por su parte, que algunas de demandas de la población son exageradas. El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, dijo que Aysén creció el pasado año en un 19,2% y que el desempleo allí es muy bajo, un 4,2%. Él añadió que “estos resultados obedecen al esfuerzo y dedicación del gobierno a la región”.

El gobierno nacional ha prometido ahora que agilizará la aplicación del llamado Plan Aysén para el desarrollo de la región. El plan incluye la creación de un acceso terrestre hacia el año 2017, la construcción de una universidad regional y medidas de estímulo al empleo y de apoyo a las empresas pequeñas y medianas, sobre todo las vinculadas a la industria pesquera. Durante las negociaciones, fue alcanzado también un acuerdo en materia de salud.

Hasta el momento, el mayor escollo para alcanzar un acuerdo completo radica en el precio de los combustibles, ya que el gobierno ha manifestado ser incapaz de atender las exigencias locales en este tema. La región sufre ya una escasez de combustible no sólo por la elevación de los precios, sino también por los cortes en las vías de comunicación. Esto ha obligado a limitar la venta de gasolina en Coyhaique, la capital regional, y otras localidades.

Extensión de las protestas
La mayor preocupación del gobierno chileno ahora es evitar que la revuelta de Aysén se extienda a otras partes del sur del país. El alcalde de Puerto Arenas, la mayor ciudad austral de Chile, Vladimiro Mimica, y el portavoz de la Asamblea Ciudadana de Calama, situada al norte del país, Daniel Ramírez, advirtieron ayer que promoverán medidas de protesta similares a las de Aysén si el gobierno central no satisface sus demandas en breve.

En Punta Arenas, a 3.090 kilómetros al sur de Santiago, hubo hace menos de un año un serio conflicto por el precio del gas, que es también sustancialmente más alto que en el resto del país debido a las dificultades para su traslado por el aislamiento de la zona. “El gobierno todavía está en deuda porque el compromiso fue que en septiembre íbamos a tener un proyecto de ley que iba a tarificar definitivamente el precio del gas y, desafortunadamente, eso no ha acontecido”, dijo Mimica. En tanto, en Calama, a 1.574 kilómetros al norte de Santiago, hubo a mediados del año pasado protestas en reclamo de soluciones para la escasez de agua y el aislamiento de la región.