Los grupos armados de la oposición siria están demasiado dispersos para derrocar al régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, dijo el miércoles un analista del (IISS).

Los grupos armados de la oposición siria están demasiado dispersos para derrocar al régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, dijo el miércoles un analista del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS).

Toby Dodge, que dirige el departamento de Oriente Medio en el mencionado instituto de investigación con sede en Londres, señaló que las fuerzas de la oposición “a pesar de que puedan irritar al régimen, no son una amenaza real”.

Según él, la oposición armada siria está “fracturada, muy localizada en algunos pueblos o los suburbios de la ciudades.”
“Estamos en una sangrienta guerra de desgaste”, dijo. El régimen siempre “ha controlado los grandes centros urbanos y a la mayoría de la población, mientras que la oposición ocupaba áreas de la periferia antes de ser expulsada de las mismas”.

Sin embargo, dijo que “no es posible que una fuerza pequeña y no centralizada constituya una amenaza directa para el régimen, a menos que ella suscite desde Damasco una respuesta tal -incluyendo el uso de la fuerza aérea y un uso de la fuerza superior a la que fue empleada en Homs- que lleve a la “comunidad internacional” a intervenir.

Para el director general del IISS, John Chipman, la estrategia de Bashar al Assad consiste en “reprimir a la oposición armada” evitando al mismo tiempo un nivel de conflicto que lleve a una intervención internacional.

El especialista en operaciones terrestres del IISS, Ben Barry, por su parte, dijo que no tenía sentido el declarar la existencia de corredores humanitarios, sin disponer de medios militares para garantizar su protección.