Poco después del inicio de la batalla de Palmira, el Ministerio de Defensa ruso publicó una declaración en la que confirmó varios hechos importantes.
Poco después del inicio de la batalla de Palmira, el Ministerio de Defensa ruso publicó una declaración en la que confirmó varios hechos importantes:
1. Rusia confirma la continuidad del apoyo militar al Ejército sirio después de que finalice la batalla de Palmira en las próximas operaciones contra el terrorismo que están por llegar.
2. Moscú indica que los próximos objetivos de la ofensiva serán Raqqa, la capital del EI, y Deir Ezzor.
3. Rusia señala que la liberación de ambas ciudades y provincias es una competencia exclusiva del Ejército sirio y de nadie más.
Este último punto conlleva un doble mensaje para EEUU y el llamado Nuevo Ejército Sirio, que había anunciado como uno de sus campos de actividad la provincia de Deir Ezzor, y para las Fuerzas Democráticas Sirias, que habían revelado su intención de avanzar hacia Raqqa. Esto no es aceptable para Rusia, que considera que el Ejército sirio debe llevar a cabo estas dos misiones y avanzar hacia la frontera iraquí.
4. Rusia manifiesta que su intención es trabajar dentro de la Sala Conjunta de Bagdad con sus aliados Siria, Irán e Iraq para unir los dos frentes a través de la frontera y reconectar por tierra los dos países a través de las carreteras que los unen.
Los cuatro países han utilizado esta Sala Conjunta para diseñar operaciones en ambos lados de la frontera. Ella ha decidido que las operaciones para la toma de Palmira y Mosul tengan lugar de forma simultánea con el fin de aumentar la presión contra el EI en ambos frentes.