El Ejército sirio y Hezbolá tomaron el domingo el control total de la ciudad de Palmira tras haber derrotado allí a los terroristas del grupo wahabí takfiri EI.

El Ejército sirio y Hezbolá tomaron el domingo el control total de la ciudad de Palmira tras haber derrotado allí a los terroristas del grupo wahabí takfiri EI, que controlaba esta antigua ciudad del este de Siria desde hace un año.

Según el corresponsal de Al Manar, las fuerzas sirias y de Hezbolá penetraron en Palmira después de librar fuentes combates a la entrada de la ciudad y de haber desactivado decenas de minas y explosivos que el EI había dejado colocados en dicha zona.

Las unidades del Ejército sirio han procedido al desminado de los edificios y calles de Palmira, informó una fuente militar en Palmira.

“Los especialista han completado el desminado de las calles y edificios. Los terroristas habían instalado numerosas trampas explosivas en los lugares más inesperados”, dijo la fuente. También han sido desactivados los cinturones explosivos de los terroristas muertos en Palmira.

450 terroristas muertos

Según fuentes del OSDH, con sede en Londres, 450 terroristas murieron en el proceso de liberación de Palmira, muchos de ellos debido a los bombardeos de la aviación rusa y la siria. Estas últimas concentraron sus ataques contra los grupos de terroristas que intentaban abandonar la ciudad. Asimismo, decenas de vehículos blindados que llevaban en su interior a militantes del EI fueron destruidos. Todos los sitios militares del EI en Palmira fueron arrasados.

Además de la aviación, el Ejército sirio empleo misiles y artillería contra los sitios del EI en la ciudad.

Hay que destacar también el papel de los helicópteros, que destruyeron las posiciones y concentraciones de los militantes mediante ataques a corta distancia con misiles y cañones.

Según Rami Abdel Rahman, director del OSDH, “se trata de la mayor cantidad de muertos sufridos por el EI en una sola batalla desde su surgimiento” en 2013.

Combates dentro de la ciudad

Tras la preparación artillera, el Ejército sirio y Hezbolá penetraron en la ciudad desde tres ejes: la ciudad histórica, el Aeropuerto de Palmira y la carretera internacional de Deir Ezzor.

Una fuente militar confirmó que “tras violentos combates nocturnos, el Ejército controla enteramente la ciudad de Palmira, tanto la ciudad arqueológica como la parte residencial. Los terroristas se han replegado hacia Raqqa y Deir Ezzor”, sus feudos en el este y norte de Siria.

La ciudad de Palmira, cuyos vestigios están considerados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, tiene una importancia tanto histórica como estratégica. La toma de la ciudad ha privado al EI del 20% de los territorios que había controlado hasta ahora.

El Ejército sirio iniciará pronto una ofensiva para tomar la ciudad de Raqqa, la “capital” del EI y para proceder al levantamiento del asedio a la ciudad de Deir Ezzor, capital de la provincia del mismo nombre.

Según la prensa internacional, se trata de una victoria simbólica y estratégica para el presidente Bashar al Assad y su gobierno. Medios de prensa han señalado que “el EI ha perdido el gran desierto sirio” y que el Ejército sirio está ahora en posición de avanzar hacia la frontera sirio-iraquí y cortar la comunicación entre las fuerzas del EI en ambos países.

En Iraq, el EI sufre también ahora una gran ofensiva del Ejército iraquí y las Fuerzas de Movilización Popular, que buscan tomar Mosul, la segunda ciudad del país, situada en el norte del mismo.

Los expertos determinarán ahora el nivel de daños causados en las ruinas arqueológicas. El destruyó algunos de los más bellos templos de Palmira, como los de Bel y Baalshamin, con explosivos. En septiembre, arrasó también algunas torres funerarias y redujo a polvo el célebre Arco de Triunfo, símbolo del tesoro arquitectónico de la ciudad desde hace más de 2.000 años.