El presidente de EEUU, Barack Obama, se ha negado a reunirse de manera oficial con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, durante la visita a la cumbre de seguridad nuclear.

El presidente de EEUU, Barack Obama, se ha negado a reunirse de manera oficial con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, durante la visita a la cumbre de seguridad nuclear que tendrá lugar en Washington esta semana, señaló el periódico The Wall Street Journal en su edición del domingo 27 de Marzo. En lugar de ello, Obama mantendrá una charla informal con el presidente turco durante la cumbre.

Esta situación contrasta con lo acaecido en el año 2013, cuando Obama recibió y agasajó a Erdogan en la Casa Blanca por iniciar las conversaciones de paz con los kurdos y por “los esfuerzos dirigidos a llevar a Turquía hacia una nueva era de prosperidad económica”.

Ahora, sin embargo, Obama se ha negado a acompañar a Erdogan a una ceremonia de apertura de una mezquita financiada por Ankara en Maryland. Fuentes de la Administración norteamericana han señalado que será el vicepresidente Joe Biden el que reciba a Erdogan, según señala el WSJ. Biden se reunió durante su visita a Estambul en enero con círculos opositores turcos y mostró su falta de aprecio por Erdogan.

Dichas fuentes hicieron referencia a la existencia de un malestar en Washington por “la persecución de los medios críticos y el encarcelamiento de periodistas en Turquía”. Erdogan es visto por muchos medios norteamericanos como un gobernante autoritario que reprime a la oposición y que está dañando la democracia turca con el fin de satisfacer sus ansias de poder y servir a sus intereses personales.

Tensiones entre Washington y Ankara

Según el WSJ, existe en la actualidad una tensión en las relaciones entre las dos capitales y entre Obama y Erdogan debido a sus diferencias en una serie de asuntos, incluyendo la crisis siria y la campaña lanzada por Ankara contra los kurdos sirios, a los que Washington lleva cortejando desde hace tiempo para tratar de convertirlos en aliados. Esto dio lugar a una advertencia de Erdogan en la que éste dejó claro que EEUU debería escoger entre Turquía o los kurdos.

Washington ha buscado un acercamiento a los kurdos de Siria, que están luchando contra el EI, con el fin de hallar algunos aliados después del fracaso del programa del Pentágono para entrenar a “rebeldes moderados”. Es por ello que EEUU rechazó el chantaje de Erdogan para que rompiera con los kurdos y clasificara a la principal milicia de Siria, la YPG, como un “grupo terrorista”.

Recientemente, la revista Atlantico publicó una serie de entrevistas con Obama, en la que éste señaló que “el presidente Recep Tayyip Erdogan cree en una solución islamista radical para los problemas de la región y la presencia de grupos terroristas islamistas en Europa forma parte de esta estrategia”.