El pasado jueves, la ofensiva a gran escala del EI en las cercanías de la Base Aérea de Deir Ezzor terminó en una derrota y un fracaso para los grupos terroristas después de una batalla de tres días.
El pasado jueves, la ofensiva a gran escala del EI en las cercanías de la Base Aérea de Deir Ezzor terminó en una derrota y un fracaso para los grupos terroristas después de una batalla de tres días que concluyó con la retirada de los terroristas de toda la región, que estuvo bajo su control durante un breve período.
“El EI fue capaz de tomar brevemente varias áreas de la localidad de Al Jafra, situada al sureste de la base”, dijo una fuente militar. “Sin embargo, el Ejército sirio más tarde recapturó todas las áreas que había cedido a los terroristas del EI en Al Yafra y en las cercanías del Aeropuerto”.
Además, el Ejército sirio rechazó a las fuerzas del EI que estaban intentando tomar el complejo de la Universidad del Éufrates, en Al Baqaliya.
El miércoles, aviones sirios llevaron a cabo una serie de intensas operaciones para destruir las concentraciones de los terroristas del EI y cortar sus rutas de comunicación al norte de Al Yafra, dentro de la localidad de Al Baqaliyah y en los alrededores de la base de Deir Ezzor.
El viernes, el Ejército sirio y las fuerzas populares continuaron su avance en Deir Ezzor y tomaron el pleno control de las localidades de Al Murayeh y Al Yafra.
Ataque químico
Durante transcurso de la batalla por la base de Deir Ezzor, el EI utilizó gases venenosos, indicó una fuente militar siria el martes.
“El EI atacó áreas cercanas a la base con obuses que contenían una sustancia química venenosa y varios soldados que estaban cerca de la instalación comenzaron a toser y a atragantarse”, dijo la fuente.
Justo después del ataque, un comité para eliminar las armas químicas en Siria fue llamado para investigar el incidente. Otro informe anterior ya mencionó el uso de armas químicas por el EI. Según la Convención de Ginebra de 1949, tales ataques constituyen crímenes de guerra contra la humanidad.
Desde la reciente victoria en la ciudad de Palmira, El Ejército sirio ha liberado unos 30.000 km2 de territorio anteriormente ocupado por el EI y que se encuentra entre los más ricos del país, dado que contiene gas y petróleo en abundancia. Al mismo tiempo, los campos donde se se extraen estos recursos han quedado conectados con la provincia de Damasco.
Al mismo tiempo, el Ejército sirio avanza desde Palmira hacia la localidad de Sujna y, cuando se produzca la toma de ésta, el Ejército podría continuar avanzando desde la provincia de Homs hacia Deir Ezzor y romper el asedio que sufre la capital de esta provincia.
