El gobierno de Ecuador rechazó el jueves un reciente informe elaborado por el Departamento de Estado norteamericano donde se critica la situación de los derechos humanos en el país suramericano.

El gobierno de Ecuador rechazó el jueves un reciente informe elaborado por el Departamento de Estado norteamericano donde se critica la situación de los derechos humanos en el país suramericano, señala la agencia Prensa Latina.

El Gobierno nacional, en concordancia con los principios constitucionales que rigen la política exterior, rechaza las críticas unilaterales e infundadas contenidas en el Informe Anual sobre Derechos Humanos (2015) publicado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos de Américas, expresó la cancillería ecuatoriana en un comunicado.

Las autoridades ecuatorianas también manifestaron "su seria preocupación por la elaboración de informes unilaterales y sesgados que buscan afectar injustificadamente la imagen internacional de nuestro país".

Tras recordar que Ecuador impulsa con convicción el respeto y la promoción de los derechos humanos y ha ratificado todos los instrumentos regionales e internacionales sobre el tema, el texto contrasta esa posición de la nación suramericana con la negativa de Estados Unidos a ratificar esos tratados, y denuncia algunas violaciones que se cometen en territorio estadounidense.

De manera concomitante, el gobierno expresa su grave preocupación por la persistencia de prácticas atentatorias contra los derechos humanos, como las detenciones ilegales, inexistencia de procesos judiciales y torturas en la cárcel de Guantánamo; la persistencia de la aplicación de la pena de muerte y el ilegal y criminal bloqueo a Cuba; entre otras graves situaciones, señala el comunicado.

El informe publicado ayer por el Departamento de Estado sobre la situación de los derechos humanos en el mundo incluye a Ecuador dentro de los países que utilizan procedimientos administrativos y burocráticos para restringir la libertad de asociación y a la sociedad civil, y recurren a leyes de propiedad intelectual para censurar contenidos en Internet.