Cuando han sido escrutados el 96% de los votos a las elecciones legislativas de El Salvador, ninguna de las fuerzas tradicionales ha sido capaz de conseguir una ventaja relevante.

Cuando han sido escrutados el 96% de los votos a las elecciones legislativas de El Salvador, ninguna de las fuerzas tradicionales ha sido capaz de conseguir una ventaja relevante. La Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), de tendencia derechista, logró la primera posición  con 33 escaños, seguida del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), con 31.

ARENA gobernó El Salvador durante 20 años antes de ser derrotada por el FMLN en las presidenciales del 15 de marzo de 2009. Según los observadores, el incremento del apoyo electoral a ARENA hará más difícil para el presidente Mauricio Funes, del FMLN, la aplicación de los programas sociales que propugna, ya que algunas reformas deben aprobarse con mayorías cualificadas.

Como tercera fuerza se ubicó la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), una formación conservadora dominada por disidentes de ARENA, que logró 11 diputados en su primera participación en unos comicios tras lograr su registro en mayo de 2010. Esta formación tendrá ahora la llave del nuevo gobierno en el país. Otros partidos minoritarios obtuvieron en conjunto menos de 10 escaños.

Según los datos preliminares sobre las alcaldías, ARENA continuará con el mayor número de estas, 117, cinco menos que en los comicios de 2009, seguida por el FMLN, con 95, una menos. GANA pasó de cero a 18.

Temas electorales

Durante la campaña electoral, ARENA ganó apoyos al centrar su discurso en la seguridad, prometiendo una postura de dureza contra el crimen y las bandas juveniles, mientras que el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional centró la suya en el desempleo.

En realidad, el crecimiento de la violencia en el país, y en toda América Central en general, ha provocado una creciente alarma social. Según estadísticas policiales, en el país se registran en la actualidad una media de 14 homicidios diarios. Muchas bandas juveniles han degenerado en estructuras mafiosas que controlan sectores completos de ciudades y pueblos y colaboran con el narcotráfico.

El otro gran problema que sufre el país es el estancamiento económico, que ha obligado a unos 2 millones de salvadoreños a emigrar a EEUU. En la actualidad, un tercio de los salvadoreños sufren el desempleo y la economía del país depende fundamentalmente de las remesas que los emigrantes envían desde EEUU y otros países. En 2011, esas remesas equivalieron a 3.600 millones de dólares, es decir, una sexta parte del PIB del país.

La Comisión Política del FMLN ha emitido una declaración en la que reconoce los resultados negativos de las elecciones del domingo y el que afirma que “vamos a estudiar con mente fría sus causas y las lecciones de este proceso para hacer las readecuaciones que sean necesarias y posibles, con el compromiso de trabajar mejor para la búsqueda de soluciones a los grandes problemas del país”.

Algunos dirigentes del FMLN han advertido que el partido ha perdido su vínculo con el movimiento social debido a su institucionalización y ello ha llevado a una caída de su apoyo electoral, especialmente entre las clases medias urbanas. Ellos consideran que el partido debe trabajar para atraer el voto de aquellos electores que no son sus fieles votantes y que son los que hacen ganar o perder elecciones. Esto se hace más urgente dado que en 2014 el FMLN habrá de afrontar las elecciones presidenciales.