Arabia Saudí ha fracasado en su intento de que el Consejo de Seguridad de la ONU calificara a Hezbolá de "organización terrorista".

Mientras que Arabia Saudí se aproxima cada vez más a la entidad sionista, ella sigue atacando a Irán y Hezbolá en todas las instancias que puede utilizando siempre su dinero para intentar sobornar a quien se deja.

En la Organización de la Conferencia Islámica, que se reunió en Estambul para la 13ª cumbre de la organización, Riad presentó una propuesta atacando a Irán y a Hezbolá. Ella fue, sin embargo, rechazada por varios grandes estados islámicos como Iraq, Líbano, Argelia o Indonesia, el mayor país musulmán del mundo y apoyada por los estados que reciben fondos de Riad.

Asimismo, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Arabia Saudí intentó aprobar también una resolución que buscaba incluir a Hezbolá en la lista de organizaciones terroristas de la ONU.

Pero fue en vano. Según el diario libanés As Safir, Rusia y China se opusieron a tal demanda mientras que los norteamericanos mostraron también su indiferencia hacia la propuesta saudí.

“En razón de la oposición de China y Rusia y de la indiferencia de EEUU, estos intentos han fracasado”, señaló As Safir.

“Parece que Arabia Saudí sólo puede ganar en las esferas que ella financia”, constató con cinismo un observador bajo la cobertura del anonimato al periódico libanés. Citando fuentes bien informadas de los países del Golfo Pérsico, la agencia Fars News indicó que Riad ha intentado presentar la intervención de Hezbolá en Siria e Iraq como ejemplos de “terrorismo” ante miembros del Consejo de Seguridad.

La realidad es justamente la contraria, Arabia Saudí es la gran promotora del terrorismo internacional y en especial en Siria, Iraq y Yemen y esta realidad está al alcance de todos. Arabia Saudí comparte la ideología extremista del wahabismo con el EI y Al Qaida y trata de extenderla por todo el mundo.