24-11-2024 06:54 AM Tiempo de Jerusalén

Como Bin Salman hizo fracasar la cumbre petrolífera de Doha

Como Bin Salman hizo fracasar la cumbre petrolífera de Doha

El segundo príncipe heredero de Arabia Saudí y hombre fuerte del país, Mohammed bin Salman al Saúd, ha sido acusado del fracaso de la última cumbre de países exportadores de petróleo en Doha...

El segundo príncipe heredero de Arabia Saudí y hombre fuerte del país, Mohammed bin Salman al Saúd, hijo del rey Salman, ha sido acusado del fracaso de la última cumbre de países exportadores de petróleo en Doha donde se trató de hallar un acuerdo para congelar la producción de crudo con el fin de hacer subir los precios.

Bin Salman presionó a la delegación saudí durante las negociaciones, lo cual llevó a la reunión a su fracaso.

El príncipe, que supervisa la economía saudí, llamó a las 3 de la mañana del domingo 17 de abril a la delegación saudí a la que exigió que volviera al reino, señaló el periódico Financial Times, que cita fuentes bien informadas. Aunque los saudíes finalmente se quedaron, las negociaciones se vieron así perturbadas.

Según el periódico, los delegados de los otros países confiaban el domingo por la mañana en que el ministro del Petróleo saudí, Ali al Naimi, fuera a apoyar el acuerdo de congelación de la producción. Sin embargo, el lunes se hizo evidente que ni Naimi ni la delegación saudí tenían ninguna autoridad para decidir, dijo al Financial Times uno de los participantes en las negociaciones.

Aunque los aliados de los saudíes, como Kuwait y Qatar, declararon el domingo por la mañana que la conclusión del acuerdo era posible, la delegación saudí insistió en el hecho de que no iba a aceptar la congelación si Irán, que estuvo ausente de la reunión, no participaba en la misma. De este modo, las negociaciones terminaron sin un acuerdo.

Irán, que acaba de salir de unas sanciones internacionales, quiere elevar su producción este año hasta los 2 millones de barriles y hasta los 4 el próximo año, es decir, al nivel que existía antes de las sanciones. Cualquier congelación para Irán en la práctica significaría la continuación de esas sanciones.

Mohammad bin Salman, de 30 años, fue nombrado segundo príncipe heredero en abril de 2015 cuando su padre, el rey Salman, llegó al trono y también es ministro de Defensa y, bajo este cargo, lidera al Ejército saudí y sus operaciones en Yemen. También es el jefe de la Corte Real y el supervisor de la economía saudí, cargo éste que ha utilizado para incrementar su fortuna personal en un país donde no existe una separación entre la fortuna privada de la familia real y los fondos públicos.

Tras su llegada al poder, la política energética del reino depende ahora menos de consideraciones puramente económicas que de la geopolítica, en particular de la política anti-iraní llevada a cabo por el régimen saudí, señala el Financial Times. Arabia Saudí ha utilizado el petróleo como arma contra Irán y Rusia, pero ahora sufre las consecuencias de esta política en forma de una creciente deuda y la pérdida de una gran parte de sus reservas de divisas.

“Es pura política”, afirmó una fuente en el seno de las negociaciones. Los saudíes estaban dispuestos a llegar a un acuerdo sobre la congelación el sábado, pero el domingo su postura había cambiado radicalmente. “Uno de los resultados de las negociaciones de Doha es que el régimen saudí se ha convertido en totalmente imprevisible”, señaló el periódico.

Por su parte, el Wall Street Journal subrayó que Arabia Saudí no ha dado ninguna explicación sobre el súbito cambio de su postura durante las negociaciones.