Unos 17 millones de iraníes vuelven a votar el viernes para decidir 68 de los 290 escaños del Majlis (parlamento) vacantes desde las elecciones del 26 de febrero, excepto en esta capital...
Unos 17 millones de iraníes vuelven a votar el viernes para decidir 68 de los 290 escaños del Majlis (parlamento) vacantes desde las elecciones del 26 de febrero, excepto en esta capital, donde ganó la corriente reformista aunque el sector principista o “conservadora” dominó en el resto del país, señaló Prensa Latina.
La segunda vuelta involucra a 136 nominados que pretenden obtener los asientos de 55 circunscripciones electorales en las que ninguno de los candidatos alcanzó el 25 por ciento de los votos en los comicios de hace dos meses, la mayoría necesaria para convertirse en diputado.
De acuerdo con las autoridades electorales de Irán, el proceso excluye al distrito electoral de Teherán, la capital, donde los contendientes afines al presidente del país, Hassan Rohani, dominaron los 30 escaños en disputa.
En la votación para las 68 curules, equivalentes a casi una cuarta parte del total de la Asamblea Consultiva Islámica (como también se conoce al hemiciclo persa), se repetirá la puja entre las corrientes reformista, que defiende Rohani, y la principista
Los políticos reformistas desean consolidar su reciente reaparición y minimizar de esa forma el embate de los legisladores de línea dura, aunque todos se identifican en sentido general con las directrices del líder supremo de la Revolución Islámica, SayyedAlíJamenei.
Los partidarios del jefe del Estado consiguieron un espacio significativo en el parlamento unicameral durante los comicios del 26 de febrero, los primeros tras la reciente puesta en vigor del acuerdo nuclear firmado entre la nación persa y seis potencias mundiales del Grupo 5+1.
El 16 de enero se comenzó a implementar el denominado Plan de Acción Conjunta Integral (PACI) suscrito el 14 de julio anterior en Viena, y se eliminaron las sanciones internacionales impuestas a Teherán por su programa nuclear pacífico.
Igualmente, los candidatos "principistas", entre quienes se cuentan opositores acérrimos al PACI y a la apertura a Occidente, perdieron decenas de escaños, incluso en esta capital donde el triunfo de la llamada Lista de la Esperanza (reformistas) dejó fuera al jefe de la coalición conservadora.
Sin embargo, pese al resultado de la primera vuelta, ninguna tendencia ganó una mayoría abrumadora, pues también se adjudicaron la victoria aspirantes autodefinidos como independientes y otros que representan a minorías étnicas y religiosas.