Las pruebas con misiles hipersónicos realizadas por China y Rusia es la manera de estos países de responder a la estrategia militar estadounidense.
Las pruebas con misiles hipersónicos realizadas por China y Rusia es la manera de estos países de responder a la estrategia militar estadounidense.
El creciente ritmo de desarrollo del armamento hipersónico chino y ruso se debe al aumento de la presencia militar norteamericana en el mar de la China Meridional, así como a los planes de EEUU de desplegar su escudo antimisiles en Corea del Sur, según informa el South China Morning Post, el principal periódico en inglés de Hong Kong.
El medio informó que el viernes 27 de abril se realizó la séptima prueba de vuelo exitosa del “vehículo de planeo hipersónico DF-ZF” chino. Por su parte, tres días antes, Rusia había llevado a cabo la segunda prueba de su misil 3M22 “Tsirkon”, que entrará en producción en el año 2018.
Con estos ensayos China y Rusia buscan asegurar a los estadounidenses la existencia de una amenaza tangible para EEUU, que, por su lado, planea desplegar el sistema de defensa antimisiles Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD, por sus siglas en inglés) en Corea del Sur, supuestamente para proteger a sus aliados contra la amenaza norcoreana, comentó al periódico Qisong He, el especialista de la Universidad de Ciencias Políticas y Derecho de Shanghai.
Los dos gigantes euroasiáticos expresaron su preocupación por el despliegue del escudo antimisiles de EEUU tan cerca de sus fronteras, así como de la nueva estrategia estadounidense, denominada “La Tercera Estrategia de offset, o compensación” (“third offset”, en inglés), en general.
“La llamada tercera estrategia de ‘offset’ tiene como objetivo propiciar una suerte de salto cualitativo tecnológico-militar que permita a EEUU compensar los avances estratégicos alcanzados recientemente por sus principales adversarios geopolíticos”, explica Luis Simón, profesor del Instituto de Estudios Europeos.
Los elementos principales de esta estrategia, según el periódico, son la negación de acceso y de área (A2/AD, por sus siglas en inglés), de los proyectiles guiados, la guerra submarina, la guerra electrónica e informática y la creación de nuevos métodos de operación.
La situación actual “evidencia que los tres países han empezado una nueva carrera armamentista”, afirmó Qisong He.
“China no tiene otra opción sino demostrar a EEUU que tiene armas capaces de hacer frente al sistema THAAD”, afirmó Li Jie, especialista militar chino.
El Pentágono, por su parte, continúa vigilando atentamente el desarrollo de las tecnologías hipersónicas en China y en Rusia, que podrían estar listas en 2020 y 2018, respectivamente.
Sputnik