El gigante de la construcción Binladen Group, una de las mayores empresas saudíes y que hace frente a numerosas dificultades financieras, ha despedido a 77.000 trabajadores extranjeros.
El gigante de la construcción Binladen Group, una de las mayores empresas saudíes y que hace frente a numerosas dificultades financieras, ha despedido a 77.000 trabajadores extranjeros, afirmó el lunes el periódico Al Watan, citando a un responsable del grupo.
Varias informaciones circulan desde hace varios días sobre miles de despidos, salarios impagados y acciones de protesta de los empleados del Grupo Binladen, promotor de grandes obras y proyectos urbanísticos en el reino saudí, que está afectado en la actualidad por la bajada de los precios del petróleo.
El Grupo Bin Laden despidió hasta el domingo a 77.000 trabajadores extranjeros que obtuvieron sus visados de salida para abandonar Arabia Saudí, indicó un responsable no identificado del grupo citado por el periódico, precisando que un total de 200.000 trabajadores extranjeros en el reino saudí trabajaban para la compañía.
Esta ola de despidos podría también afectar a unos “12.000 de los 17.000 saudíes empleados como directivos, ingenieros, agentes administrativos y controladores” por el grupo, añadió.
El Grupo Bin Laden es una compañía familiar fundada en 1931 por el padre del ex líder de Al Qaida, Osama Bin Laden, muerto hace cinco años por un comando norteamericano en Pakistán.
El responsable anónimo indicó que “la compañía y los ministerios de Trabajo y de Finanzas son responsables” de esta situación, sin precisar lo que les reprochaba.
La masa salarial del grupo asciende a unos 2.000 millones de riyales (466 millones de euros) y sus proyectos en Arabia Saudí y el extranjero se estiman en 136 millones de riyales (32 millones de euros), siempre según este responsable.
El Grupo Bin Laden ha estado encargado especialmente de los trabajos de expansión de los Lugares Santos en Meca. Sin embargo, ha sufrido una crisis sin precedentes después de las sanciones del gobierno saudí tras la caída de una grúa en Meca, que causó más de 100 muertos.
Varias otras compañías saudíes se hallan también en una situación de crisis.