El portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores señaló que los funcionarios del reino árabe siguen "creando obstáculos en el camino de los peregrinos iraníes a los rituales del Hajj".
Irán volvió a acusar el miércoles a Arabia Saudí de poner obstáculos a la pretensión de peregrinos nacionales de viajar a la ciudad santa de Meca para la peregrinación musulmana del Hayy de este año.
El portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Hossein Yaberi Ansari, señaló que los funcionarios del reino árabe siguen "creando obstáculos en el camino de los peregrinos iraníes a los rituales del Hajj", la más multitudinaria procesión religiosa del mundo.
Yaberi Ansari declaró que aún prevalecen diferencias con las autoridades saudies respecto a la emisión de visados para los peregrinos persas y a la logística y medios de transportación hasta el territorio saudita.
Aseguró que siguen en marcha los esfuerzos de Teherán para poder despachar en el tiempo oportuno a los devotos que acudirían a cumplir uno de los cinco pilares del Islam y que todo musulmán debe realizar al menos una vez en la vida, si dispone de los recursos y la salud para ello.
Como sede y custodio de los dos lugares más sagrados del Islam; Meca y Medina, Arabia Saudí está obligado a coordinar las cuotas de cada país para que las personas de religión musulmana viajen al Hayy y a la Umrah, la peregrinación menor que puede hacerse en cualquier momento del año.
Sin embargo, el vocero de la cancillería iraní señaló que, a pesar de que Riad asevera mantener desvinculado el ritual religioso de temas políticos, "está negándose a tomar las medidas necesarias sobre el Hayy de los peregrinos iraníes recurriendo a todo tipo de sabotaje".
Indicó que el argumento de Riad es que los visados deben emitirse en un tercer país debido a la ausencia de Embajada en Teherán, a pesar de que la embajada de Suiza se encarga de los intereses saudíes allí.
Respecto a la transportación, explicó que previamente se había hacho por las aerolíneas saudí e iraní sobre la base de 50-50, mientras ahora el país árabe alega que esa tarea debe realizarse mediante una tercera compañía, lo cual es "una solicitud muy inusual y, por lo tanto, inaceptable para Irán".
Arabia Saudí rompió relaciones diplomáticas con la República Islámica el 4 de enero último en respuesta a los ataques contra su embajada en Teherán y su consulado en Mashhad a manos de manifestantes que protestaron por la ejecución dos días antes del clérigo opositor shií Nimr Al-Nimr.
Pero los siempre tensos lazos se deterioraron de modo significativo a raíz de la estampida del 24 de septiembre en inmediaciones de la ciudad de Mina durante la procesión de 2015, debido a la muerte de 461 iraníes.
La República Islámica exigió entonces y ahora respeto a la seguridad de los peregrinos, después de que en el ritual del Jamarat o Lapidación del Diablo fallecieran al menos 2.431 personas, incluidos los nacionales.