Arabia Saudí está perdiendo su primacía como primer suministrador de crudo en la región de Asia debido a la competencia de Rusia e Irán.
El ministro saudí del Petróleo, Ali al Nuaimi, ha sido destituido por el rey Salman en uno de los peores momentos de la historia de la economía saudí.
Arabia Saudí está perdiendo su primacía como primer suministrador de crudo en la región de Asia debido a la competencia de Rusia e Irán.
"La competencia de países como Rusia e Irán amenaza a largo plazo la posición de Arabia Saudí en el mercado mundial de petróleo, en especial en esta gran parte del mundo que representan China, Corea, Japón e India", afirmó el Wall Street Journal.
Tras dos décadas de servicios, Nuaimi fue cesado el sábado en el marco de una amplia remodelación del gobierno saudí.
China, el mayor importador de petróleo de Asia, ha aumentado sus importaciones de petróleo procedentes de Rusia, que le suministró el 13% de su petróleo durante el primer trimestre de 2016. Esta cifra supone un gran crecimiento con respecto al mismo periodo del año anterior, cuando China importaba de Rusia sólo el 10,6% de sus necesidades petrolíferas.
Por el contrario, las importaciones de petróleo saudíes han caído del 15,9% del pasado año al 15% de éste, lo que representa una pérdida real para Arabia Saudí.
Los saudíes están igualmente perdiendo posiciones en Japón. En marzo de este año Japón importó el 33,7% de su petróleo de Arabia Saudí frente al 37,6% del mismo periodo del año anterior. Rusia ha aumentado en un punto sus exportaciones hacia Japón hasta alcanzar el 7,6%.
En lo que respecta a la India, "este año el gigante ruso de petróleo estatal Rosneft prevé comenzar a entregar petróleo a la segunda mayor refinería de la India. Rosneft ha comprado también acciones de Essar Oil de India, una sociedad que posee refinerías y una red de unas 2.000 gasolineras", señala el Wall Street Journal.
Otro rival fundamental de Arabia Saudí es Irán. China, Japón e India son igualmente clientes fieles del petróleo iraní, a los que habría que añadir Malasia, Indonesia y, sobre todo, Corea del Sur.
"Irán representa ciertamente una amenaza para Arabia saudí, en particular en el mercado asiático", señaló Gao Jian, analista petrolífero de SCI International. Él cree que los países asiáticos aumentarán sus compras de petróleo de Irán, que aspira a recuperar la posición que tenía antes de las sanciones.
La presidenta de Corea del Sur visitó recientemente Irán y allí decidió dar un impulso a las relaciones entre los dos países. La parte iraní de las importaciones surcoreanas se ha más que doblado tras el levantamiento de las sanciones contra Irán y alcanza ahora un 8,5%.
A medida que Irán vaya ganando peso en el mercado energético de Asia, Arabia Saudí verá caer aún más sus exportaciones a dicha región.