Apenas la presidenta brasileña Dilma Rousseff fue expulsada del poder por supuestas acusaciones de corrupción, otras destituciones se suceden mostrando así un cambio político radical en el país.
Apenas la presidenta brasileña Dilma Rousseff fue expulsada del poder por supuestas acusaciones de corrupción, otras destituciones se suceden mostrando así un cambio político radical en el país.
El jueves, el presidente del Banco Central de Brasil, Alexandre Tombini, fue destituido y reemplazado por Ilan Goldfein.
Según AFP, este puesto era uno de los últimos claves que quedaban en el equipo económico del gobierno, que ha sido ahora cambiado por Michel Temer, el sucesor de Rousseff.
Según los documentos secretos de WikiLeaks publicados por el sitio fundado por Julian Assange, Temer fue un informante del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU en 2006.
Resulta ahora que el nuevo presidente del Banco Central de Brasil es “un israelí de Haifa”, según el sitio en línea del periódico israelí JSSNews, que asegura que “él tiene a su familia en Israel adonde viaja regularmente”.
Él sirvió anteriormente como economista jefe de Itau, el más grande banco privado de Brasil, y luego fue adjunto al gobernador del Banco de Brasil, consejero del Banco Mundial y consejero del Fondo Monetario Internacional.
Varios estados de América Latina gobernados por partidos de izquierda son el escenario de maniobras políticas realizadas por partidos de derecha que equivalen a golpes de estado. En Brasil, esto se ha traducido por la llegada al poder de sectores apoyados por EEUU e instituciones internacionales que este último controla, como el FMI y el Banco Mundial.
En Venezuela y Ecuador tienen lugar también procesos similares.