El martes 17 de mayo, los dirigentes saudíes sufrieron un doble fracaso en lo que concierne a dos de los dossiers regionales en los cuales ellos están profundamente implicados: Siria y Yemen.
El martes 17 de mayo, los dirigentes saudíes sufrieron un doble fracaso en lo que concierne a dos de los dossiers regionales en los cuales ellos están profundamente implicados: Siria y Yemen.
En lo que se refiere a las negociaciones de Kuwait sobre Yemen, la postura de Arabia Saudí ha sido severamente criticada en función de su injerencia militar en ese país. Lo mismo cabe decir de las negociaciones del Grupo Internacional de Apoyo a Siria, donde los saudíes no han podido imponer sus puntos de vista.
El periódico libanés Al Bana escribió el miécoles 18 de mayo que, durante las negociaciones inter-yemeníes de Kuwait, la delegación de partidarios del Presidente fugitivo Mansur Hadi, apoyada por Riad, no logró imponer a Ali Mohsen al Ahmar para el puesto de jefe del comité nacional del ejército. Tras este fracaso, la delegación apoyada por Riad se retiró de las negociaciones.
En Viena, fueron tratados dos asuntos importantes: Siria y Libia. Rusia y EEUU se encargaron del primero y confiaron a Londres y París la responsabilidad de la lucha contra el EI en Libia.
En lo que se refiere a las negociaciones de Viena, el ministro saudí de Exteriores, Adel al Yubeir, pidió una vez más la dimisión del Presidente sirio, Bashar al Assad. Él amenazó con el recurso a "otras medidas" en caso de que Damasco no respete el cese de hostilidades.
Antes de él, el secretario de estado norteamericano, John Kerry, había apoyado una opinión similar al comentar el papel que el Presidente Assad podría jugar en el arreglo de la crisis siria.
Por su parte, el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, dijo que, contrariamente a lo que pretenden los saudíes y sus aliados norteamericanos, la cuestión del cambio de régimen en Siria no ha estado en el orden del día de la reuniones.
"Todo el mundo está de acuerdo en que la cuestión del cambio de gobierno en Damasco no es ya una prioridad para nadie. Lo que cuenta hoy en día es el combate contra el terrorismo", declaró el jefe de la diplomacia rusa.
Por todo ello, en este último día de negociaciones, el ministro saudí de Exteriores fue el gran perdedor. Queda por saber cómo los acuerdos concluidos en Viena podrán materializarse sobre el terreno. El comportamiento de Arabia Saudí y Turquía y la actuación de los grupos terroristas a los que ellos apoyan en Siria (Yaish al Islam y Ahrar al Sham) determinarán el resto.